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Los socios de Pedro Sánchez esperan algo más que un perdón: "Exigimos un reseteo"

Los socios de Pedro Sánchez esperan algo más que un perdón: "Exigimos un reseteo"

Sumar y los socios de investidura ven insuficientes las explicaciones del presidente del Gobierno y piden que haya un verdadero cambio no solo en el PSOE sino también en el Ejecutivo. Mientras, Junts tiene la llave de una hipotética moción.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves.Carlos Alvarez/Getty Images

La hemeroteca, como la memoria, es un rincón tan necesario como en ocasiones lastimoso. No hay mejor ejemplo para demostrarlo que la moción de censura que impulsó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Los socialistas no pueden ocultar el hecho de que el encargado de presentarla fue el mismísimo José Luis Ábalos, quien dedicó la totalidad de su intervención a maldecir la corrupción en el Partido Popular. "Usted ha marcado la estrategia: negar lo evidente, mirar para otro lado; culpar a la oposición, especialmente como siempre a los socialistas, que somos de goma. Ustedes han tenido años, señor Rajoy, para explicar a los ciudadanos lo que estaba pasando. Han tenido tiempo para actuar con humildad. Al final la actitud es muy importante, reconocer los hechos, pedir perdón, sobre todo colaborar con la justicia y asumir las responsabilidades políticas". Si bien en aquel momento el Partido Popular había sido condenado por corrupción, es innegable que las palabras que Ábalos dedicó entonces a Mariano Rajoy resuenan con eco en Ferraz, sede del PSOE.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta ahora a una mancha difícil de borrar, la corrupción que apunta a sus dos secretarios de Organización. Así la definió él mismo durante aquella moción de censura: "La corrupción actúa como un agente disolvente y profundamente nocivo para cualquier país. Disuelve la confianza de una sociedad en sus gobernantes y debilita, en consecuencia, los poderes Estado. [...] La corrupción merma la fe en la vigencia del Estado de derecho cuando campa a sus anchas o no hay una respuesta política acorde a la entidad del daño que se ocasiona. Y en último término la corrupción destruye la fe en las instituciones, y más aún en la política, cuando no hay una reacción firme desde el terreno de la ejemplaridad". [Sic].

La promesa de regeneración democrática ha sido uno de los principales leitmotiv del Gobierno de coalición. Fue también la política a la que se comprometió Pedro Sánchez cuando se tomó cinco días de reflexión hace poco más de un año. El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán, el hasta esta semana número 3 del PSOE, ha puesto en jaque tales augurios de limpieza. Por mucho que Sánchez escogiera Ferraz para la rueda de prensa en la que pidió disculpas a la ciudadanía, es difícil querer sacar de la ecuación al Ejecutivo. No en vano, uno de los principales implicados, José Luis Ábalos, fue uno de los ministros más poderosos de la época de Sánchez como presidente. Con estos tintes, los socios del PSOE, tanto de coalición como de investidura, reclaman una reforma total de la sastrería.

"Estoy muy enfadada", aseguró la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras escuchar las explicaciones de Sánchez. "Esta legislatura necesita un punto de inflexión, un punto y aparte. Merece y exigimos ya un auténtico reseteo. Me dirijo al PSOE. Exigimos un nuevo marco de relaciones en el seno del Gobierno. No podemos continuar así", prosiguió la líder de Sumar. Desde Sumar exigen al PSOE un "giro de 180 grados". Si bien Díaz ha reiterado que continuarán en el Gobierno "hasta 2027", aunque supeditan dicha prolongación a "un giro social". ¿Y en qué consiste tal giro? Según fuentes de Sumar, y tal y como han avanzado algunos miembros de la coalición, "medidas en materia de anticorrupción, un impulso a todo aquello que mejora la vida de la gente y tolerancia cero con la corrupción".

Al final, y aunque desde el Gobierno no lo expresen de manera nítida, está el miedo a que cualquier cuestión de confianza, por no hablar de una convocatoria electoral, podría terminar con un Gobierno del PP y Vox, cuando la desafección que genera la corrupción es la principal salsa de la que se alimenta la extrema derecha. Desde Comuns resaltaron esta amenaza en un comunicado. "Cualquier proyecto de izquierdas no se puede permitir abrir el camino a un gobierno del PP y Vox y es justamente por eso que hace falta actuar con la máxima contundencia", defendieron. Los socios de la coalición progresista aseguran no estar satisfechos con el perdón y las medidas internas en el PSOE. "La ciudadanía exige más que pedir perdón, tiene que haber hechos", dijo Díaz.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha añadido algo más de concreción a algunas de las medidas que consideran que el Gobierno debería poner ya en marcha. Para los gallegos, "las explicaciones ofrecidas por Pedro Sánchez son absolutamente insuficientes". Los de Ana Pontón y Néstor Rego creen que Sánchez debería hablar también como presidente del Gobierno y "no (solo)" como secretario general del PSOE. El BNG ha exigido, por ejemplo, la realización inmediata de una auditoría externa "de todos los contratos del Ministerio de Transportes en este periodo". A Podemos, por otra parte, las explicaciones de Sánchez les "suenan como aquel lo siento mucho, no volverá a ocurrir". Su secretaria general, Ione Belarra, ha solicitado "una investigación que depure responsabilidades y que devuelvan hasta el último euro robado".

Por ahora, Sumar ha pedido ya una reunión urgente de la coalición. Los próximos días serán claves para ver cuáles son las decisiones que vaya a tomar Pedro Sánchez y si realmente habrá cambios más allá del PSOE. Mientras, no obstante, Gabriel Rufián advierte de algo que recuerda siempre que tiene la oportunidad. Aunque el Partido Popular haya descartado presentar una moción de censura, el quid está en Junts. "Todo esto depende de la derecha catalana y quien lea al agente doble (y triple) del abogado de Waterloo sabe que el momento se acerca", escribió el diputado de ERC. Con Vox asegurando que votaría sí a una moción y con el PNV habiendo rechazado el soporte, el PP necesita a Junts si quiere gobernar antes de unas elecciones. Junts ha pedido a Sánchez una "reunión urgente" y, en función de lo que escuchen, decidirán.