Así 'cazó' la Policía en Madrid al fugitivo de los tatuajes, uno de los 10 delincuentes más buscados
El arrestado manifestó que a nueve días de que su delito prescribiera se sentía seguro de su escondite: "No pensaba que me ibais a encontrar".
Llevaba cinco años escondido en un cuchitril recóndito de una finca en Madrid y faltaba poco más de una semana para que su delito prescribiera cuando la Policía Nacional sorprendió en su escondite a Álvaro Pasquín Mora, el fugitivo de los tatuajes. Pasquín, uno de los 10 delincuentes más buscados de España, se quedó completamente paralizado al ver a los agentes entrar en su vivienda para arrestarlo.
Los agentes de la Sección de Localización de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional irrumpieron ayer sobre las nueve de la mañana en un insalubre cobertizo del barrio madrileño de Colonia Jardín, donde el delincuente, con un 'look' diferente al esperado, se sentía muy seguro: "No pensaba que me ibais a encontrar", les dijo al equipo de policías.
Según explican fuentes policiales, sus planes pasaban por abandonar la finca en nueve días, cuando la justicia diera definitivo carpetazo el 31 de julio a su condena por abuso sexual una joven de 20 años en Madrid en 2017. Ahora el arrestado había dejado crecer su pelo y se había teñido de rubio para intentar no ser reconocido. Según pudieron comprobar los agentes solo se alimentaba de comida a domicilio que pedía "con un nombre falso"
"Voy a llamar a mi madre"
El jefe del Grupo 2 de la Sección de Localización de Fugitivos, según ha recogido la agencia EFE ,explica que el fugado les dijo que lo primero que quería hacer era llamar a su madre, con quien había roto toda comunicación desde hace cinco años para no ser descubierto.
A manos ya de los agentes, también les llegó a reprochar con rabia que podían haber dado con él antes y no ahora cuando estaba a punto de que su responsabilidad judicial extinguiera. Se había hecho falsas ilusiones de libertad.
Y es que la búsqueda de Pasquín, de 33 años, se inició en 2020 tras emitirse una orden judicial de ingreso en prisión tras ser condenado por la agresión que no cumplió. Al no presentarse, la Policía comenzó a buscarle, pero no tuvo éxito.
El inspector recuerda que se agotaron todas las vías para dar con su paradero y constataron que no tenía contacto con ningún familiar ni amistad, por lo que trataron de desbloquear la investigación con un llamamiento a la colaboración ciudadana.