Condenan a un obrero tras invertir los 18.000 euros para construir una casa en hacerle la caseta al perro
El acusado, que se hizo pasar por representante de una gran empresa del sector.

La Audiencia de Pontevedra ha condenado a un obrero de 62 años que desvió los 18.000 euros adelantados por una pareja para levantar su futura vivienda y terminó empleando parte del dinero en construir una caseta para el perro. El acusado, que se hizo pasar por representante de una gran empresa del sector, logró ganarse la confianza del matrimonio en 2022 y les pidió varios pagos por adelantado para iniciar la obra en su finca de Ponte Caldelas.
Durante cinco meses, la pareja transfirió un total de 18.460 euros destinados supuestamente a la compra de materiales y a las primeras fases de construcción de una casa de madera valorada en unos 70.000 euros. Sin embargo, las únicas actuaciones visibles en la parcela fueron un vallado básico, un pequeño portal de entrada y la citada caseta de madera para el animal. Nada del proyecto principal llegó a arrancar.
La Fiscalía sostiene que el procesado nunca tuvo intención real de ejecutar la vivienda y que solicitó el dinero únicamente para obtener un beneficio económico rápido. Entre los pagos adelantados figuran también 816 euros para un estudio geotécnico y varias transferencias destinadas a la construcción de un pozo que tampoco llegó a materializarse. De hecho, el matrimonio tuvo que contratar a otra empresa para completar ese trabajo.
Ante la falta de avances y tras meses encadenando excusas por parte del supuesto constructor, la pareja decidió llevar el caso a los tribunales. La denuncia derivó en una investigación que evaluó los trabajos realmente ejecutados, valorados en apenas 4.564 euros, cantidad que se descontará de la indemnización final.
En la vista celebrada esta semana, el acusado aceptó declararse culpable de un delito de apropiación indebida. Ese gesto redujo la pena inicial —que podía alcanzar los tres años de cárcel por estafa— a seis meses de prisión, sustituibles por 45 días de trabajos en beneficio de la comunidad, siempre que no reincida en los próximos dos años.
La sentencia incluye además la obligación de devolver íntegramente el dinero adelantado. El obrero ya ingresó 4.500 euros en el juzgado y se ha comprometido a abonar 400 euros mensuales durante dos años para saldar los 13.896 euros restantes.
La empresa para la que decía trabajar, que llegó a sentarse en el banquillo acusada como responsable civil, ha quedado finalmente absuelta al considerar el tribunal que el constructor actuó por su cuenta y sin respaldo real de la compañía.
