Descubren una especie y con ella quizás se encuentra la respuesta a estos enigmas de los dinosaurios
Un fósil hallado en Mongolia revela que esta espece de cabeza abovedada ya se entrenaba a cabezazos en su adolescencia.

En una pared rocosa del desierto del Gobi, en Mongolia, un grupo de paleontólogos ha localizado un esqueleto que llevaba más de cien millones de años atrapado en la piedra. El hallazgo no tardó en convertirse en noticia: no se trataba de un fósil cualquiera, sino de una especie desconocida de dinosaurio que ayuda a responder preguntas clave sobre la evolución de un linaje muy peculiar.
El ejemplar, bautizado como Zavacephale rinpoche, pertenece al tipo de los dinosaurios herbívoros que caminaban a dos patas y cuyo rasgo más llamativo era un cráneo abovedado. El estudio, publicado en la revista Nature, confirma que este fósil tiene unos 108 millones de años, lo que lo convierte en 15 millones de años más antiguo que cualquier otro resto conocido de este grupo. Además, el esqueleto es el más completo hallado hasta la fecha. Según adelantó la web Ilustreret Videnskab, los investigadores han recuperado fragmentos de las manos, el abdomen y la cola, una base suficiente para reconstruir cómo vivían y se desarrollaban estos animales.
Los huesos corresponden a un ejemplar joven, de menos de un metro de longitud, que aún no había alcanzado la madurez. Aun así, ya mostraba el característico cráneo en forma de cúpula, lo que sugiere que la estructura empezaba a formarse a edades tempranas. Los científicos creen que este detalle es fundamental: indica que incluso los individuos juveniles participaban en entrenamientos de combate, practicando los choques de cabeza que más tarde usarían los adultos en disputas por aparearse.
El hallazgo no solo amplía la cronología de los pachycephalosaurios, también abre nuevas vías de investigación sobre su desarrollo. La excelente conservación de los restos permite estudiar cómo evolucionaba la anatomía desde la juventud a la edad adulta y cómo influyó esa transformación en su comportamiento.
De este modo, un fósil hallado en la soledad del Gobi se convierte en una pieza esencial para comprender la historia de un grupo de dinosaurios que, hace más de cien millones de años, ya utilizaban la fuerza y la resistencia como estrategias de supervivencia y reproducción.
