Egipto pone una trampa mortal al boniato andaluz
"En Andalucía han cerrado empresas por esa triple competencia desleal", denuncia un experto.

La tierra de Málaga, Huelva y Guardamar (Alicante) acoge un cultivo que poco a poco va ganando terreno en la gastronomía española: el boniato. Este tubérculo de piel fina, alto en fibra y con un característico sabor dulce, todavía vive a la sombra de la patata, pero comienza a hacerse notar, especialmente en hamburgueserías gourmet, donde ya sustituye en muchas ocasiones a las patatas fritas tradicionales.
Mientras que países como Italia o Reino Unido los usan habitualmente en sus dietas, su consumo en España sigue siendo moderado. "Nos queda mucho camino por recorrer mientras Reino Unido importe el boniato desde EEUU teniendo España tan cerca", comenta a Fresh Plaza Francisco Mora, director adjunto de la empresa alicantina Agropaco, especializada en boniato, brócoli, romanesco y calabaza, señala.
Triple competencia desleal
El principal productor mundial es Carolina del Norte, en Estados Unidos, pero no todo es terreno fértil para el boniato nacional. Egipto se ha consolidado como un fuerte competidor, con cultivos en zonas arenosas y disponibilidad de agua.
"Ha sido un problema en los últimos años. Estamos muy preocupados porque en Andalucía han cerrado empresas por esa triple competencia desleal: en lo sostenible, en la calidad y en lo laboral", denuncia Mora. También carga contra la Política Agraria Común (PAC), que, a su juicio, "ahoga a sus propias empresas".
"La temporada de boniato de Egipto no coincide exactamente con la española, pero en el periodo más importante de venta, entre octubre y enero, incluyendo la Navidad, sí nos hacen mucho daño porque entran remesas enormes a un precio muy bajo", lamenta.
El directivo alerta, además, sobre las consecuencias sanitarias de estas importaciones masivas: "Los hongos y las bacterias se están expandiendo porque se deja introducir productos foráneos que no cumplen con las normas". Según él, solo "ASAJA nos ayuda en este problema de competencia". Así, desde su punto de vista, "no se puede lamentar que la agricultura esté desapareciendo si se permite esta competencia desleal".
Agropaco también cultiva brócoli en invierno, y ha sido proveedor de instituciones tan exigentes como la Casa Real británica o Harrods. El romanesco, por su parte, todavía busca su lugar en el mercado español, y la calabaza necesita un mayor impulso institucional. "Hay que educar a la gente sobre cómo y cuándo comer y cocinar frutas y verduras tradicionales", concluye Mora.
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