El accesorio aparentemente inofensivo de los hogares españoles que no deberías acercar a una nevera

El accesorio aparentemente inofensivo de los hogares españoles que no deberías acercar a una nevera

Aunque es el objeto estrella de cualquier frigorífico, esconde un problema desconocido por casi todo el mundo.

Frigorífico abriéndoseMaruta Dmitri

Se trata de una de las costumbres más comunes en el mundo. Los frigoríficos, cuya principal utilidad es la de refrigerar todos los alimentos que en él se introducen para conservarlos en las mejores condiciones, también se han convertido, desde hace décadas en un electrodoméstico pensado para ser adornado.

Sí, a nadie le extraña acudir a cualquier cocina y ver la nevera repleta de fotografías, posit o cualquier tipo de adorno que le den un aspecto personalizado y colorido y no tan sobrio como puede ser el color blanco típico de los frigoríficos.

Pero si hay unos objeto particularmente recurrente en todos los frigoríficos, esos son los imanes. De infinidad de tamaños, formas y colores, forman parte de la identidad de cualquier nevera y pese a ser usados por casi todo el mundo, suponen un inconveniente que casi nadie conoce.

Y es que, los imanes pueden acarrear importantes problemas al frigorífico, especialmente por dos motivos. El primer de ellos es su propia naturaleza, ya que están hecho por materiales que pueden alterar el campo magnético alrededor del frigorífico, provocando errores -por ejemplo en el sistema de control de refrigeración o el control de la temperatura- que puede provocar un deterioro acelerado de este importante -y caro- electrodoméstico.

Estos daños pueden convertirse en irreversibles y permanentes, provocando fallos irresolubles en la nevera. Pero este no es el único problema asociado a los imanes pegados en el frigorífico, ya que su campo magnético puede provocar interferencias y afectar a otros dispositivos electrónicos que se encuentren cerca.

Hay una solución

Pero no se preocupen porque existe una solución con la que poder seguir pegando los imanes en el frigorífico. Se trata de utilizar pizarras magnéticas que puede colocarse en cualquier zona de la cocina. Con solo una o dos de estas pizarras se protege el frigorífico sin ningún tipo de problema.

Además, así se podrá adaptar y personalizar la cocina sin necesidad de mover este electrodoméstico, uno de los más grandes de la casa. Por ello, si se realiza este pequeño truco, no será necesario desechar ni eliminar ningún recuerdo que se encuentre pegado en la nevera.