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El ayuntamiento se hace pasar por cliente y la cena con espectáculo acaba con multa de 35.000 euros

El ayuntamiento se hace pasar por cliente y la cena con espectáculo acaba con multa de 35.000 euros

El ambiente era casi "indistinguible de una boda", explican.

Ambiente en una cena, en una imagen de archivo
Ambiente en una cena, en una imagen de archivoGetty Images

Se prometía cena con espectáculo... y espectáculo hubo. Tanto, que los organizadores han acabado pagando una cuantiosa multa de 35.000 euros. Que de qué hablamos, de lo ocurrido en Países Bajos.

Allí, el restaurante Plaza Habibi de Hengelo anunció una cena con espectáculo para el Día de San Valentín, poco después de haber recibido un primer aviso por parte del ayuntamiento local, tras haber celebrado otro evento sin la autorización pertinente. Esta vez, tampoco, añaden fuentes municipales a la prensa holandesa.

Ante la negativa del dueño a atender el primer aviso, el ayuntamiento optó por una estrategia alternativa. Un empleado municipal se hizo pasar por cliente el día del evento por San Valentín. Y, claro está, fue uno más en la cena con espectáculo, al menos al sentarse a la mesa.

El trabajador infiltrado vio pronto el 'ambientazo' en el local, incluido un DJ pinchando música para ambientar la fiesta, mientras los clientes bailaban. De todo ello tomaba nota el miembro del ayuntamiento, también del constante ir y venir de platos y comandas.

Quedaban pocas dudas. Tomadas las pruebas, el ayuntamiento procedió a iniciar el expediente sancionador de 35.000 euros, del que ya habían advertido al restaurante si volvían a hacer las cosas mal. 

El municipio de Hengelo afirma que el propietario permitió que su restaurante se utilizara para el evento. Esto atrajo a más visitantes y le generó mayores ingresos. Sin embargo, el empresario se opone, alegando que es una "cena con baile que cumple con la normativa urbanística".

Según la empresa, el hecho de que se bailara no constituye automáticamente un evento. "Esto ocurre en cualquier restaurante o centro de eventos", casi "indistinguible de una boda", algo que es legal a ojos del restaurante.

Presentado el recurso del empresario, a la Justicia le toca ahora decidir.