En 1995, en el tranquilo barrio de Wetend, Finlandia, un grupo de jóvenes visionarios dio el primer paso hacia lo que hoy es una de las compañías más influyentes de la industria del videojuego en el país. Remedy Entertainment nació en el sótano de una casa unifamiliar, con el apoyo silencioso pero determinante de los padres de Samuli Syvähuokko, uno de sus fundadores y primer director ejecutivo.

Esta historia, que ahora forma parte de la serie documental 'Raha-Suomi', de Yle, es un relato de pasión, riesgo y perseverancia. Remedy surgió del talento reunido de antiguos miembros del grupo de la escena demo Future Crew, quienes experimentaban con ideas de juegos que, en su mayoría, nunca vieron la luz. 

"Papá a veces venía al sótano y preguntaba qué estábamos haciendo. Traté de explicárselo, pero no salía nada", recuerda Syvähuokko con humor en el documental.

Remedy dio su primer gran paso en 1996 con el lanzamiento de 'Death Rally', un juego de carreras con tintes de combate que vendió más de 100.000 copias. Aunque no hizo millonarios a sus creadores, marcó un antes y un después en la empresa. 

Syvähuokko relata cómo, tras recebir la sprimeras ganancias internacionales, unos 110.000 marcos (56.200 euros), imprimió un recibo bancario para enseñárselo a su padre, como prueba tangible de que algo serio estaba ocurriendo en aquel sótano.

Los padres no tuvieron más remedio que apoyar a su hijo

La incredulidad inicial de los padres dio paso al reconocimiento: "Mi padre se dio cuenta de que esos juegos no venían de un agujero negro, que alguien los hacía", afirma Syvähuokko. Fue entonces cuando les permitieron expandir Remedy a toda la casa, mientras ellos se mudaban al sótano.

30 años después, Remedy sigue en Espoo, ahora en el barrio de Niittykumpu. La empresa cuenta con más de 350 empleados y una facturación anual de 50 millones de euros. Títulos como 'Control', 'Max Payne' y 'Alan Wake' han colocado a la compañía en el mapa global. De hecho, 'Alan Wake 2' fue elegido por Time como el mejor videojuego de 2023.

El documental también repasa el auge de la industria finlandesa del videojuego, destacando hitos como el evento Assembly, el rol de Nokia, y el impacto de gigantes como 'Rovio', 'Supercell' y 'Colossal Order'.