Empieza su vida en otro país como repartidor de pizzas a 3,62 euros la hora y ahora es dueño de un imperio de restaurantes
Su vida cambió en muy pocos años.

Cuando Nadeem Bajwa aterrizó en Estados Unidos en 1991, apenas sabía inglés y nunca antes había tomado un avión. Llegaba desde Pakistán con la ilusión de estudiar en la universidad de Indiana y la necesidad de encadenar varios trabajos para pagarse los gastos. Uno de ellos fue como repartidor de Papa John’s, donde ganaba 4,25 dólares la hora y completaba sus turnos con empleos en Taco Bell y como lavaplatos en un restaurante local.
La adaptación no fue fácil. Lejos de su familia y con un choque cultural evidente, Bajwa tuvo que aprender a desenvolverse en un país nuevo mientras intentaba sobrevivir. Sin embargo, aquel empleo en Papa John’s acabaría marcando el rumbo de su vida. Pronto pasó de entregar pizzas a ocupar puestos de mayor responsabilidad dentro de la cadena, hasta convertirse en gerente de área.
Tras graduarse en 1996, Bajwa dudó entre buscar un trabajo corporativo o seguir en la restauración. La respuesta la encontró en los números: ningún puesto le ofrecía un sueldo mejor que el que ya tenía en la cadena de pizzas. En 2002 dio el gran salto y, con ayuda de préstamos bancarios y el apoyo de sus hermanos, abrió su primera franquicia en East Liverpool, Ohio. Él mismo participó en la construcción del local para abaratar costes y apostó por invertir cada dólar extra en marketing.
Los inicios no estuvieron exentos de errores. La apertura de su primera tienda fue un caos porque, según reconoce, se centró más en la publicidad que en preparar al personal. Esa experiencia le obligó a replantear su estrategia y le dejó una lección clave: crecer demasiado rápido puede ser tan peligroso como no crecer. En 2008, durante la crisis financiera, tuvo que frenar la expansión y reorganizar su equipo.
Dos décadas después, la apuesta ha dado frutos. Hoy Bajwa es dueño de más de 270 restaurantes Papa John’s en Norteamérica y dirige Bajco Group, un conglomerado que no solo gestiona franquicias, sino que también ha diversificado hacia sectores como la construcción, la contabilidad o la tecnología. Cada paso, asegura, fue posible gracias a aprender de los fracasos iniciales.
El empresario, de 58 años, no oculta sus ambiciones. En 2024 firmó un acuerdo para abrir 50 nuevos locales antes de 2028, con el objetivo de alcanzar los 500 restaurantes. “Nunca imaginé este crecimiento. Todo empezó con pizzas a domicilio”, resume.
Para Bajwa, la clave está en la humildad y en no dar nada por sentado. “El día que crees que lo tienes todo, empieza tu caída”, afirma. Su historia es hoy un ejemplo del esfuerzo de muchos inmigrantes que llegan a Estados Unidos con poco más que un sueño y logran construir un imperio a base de trabajo y perseverancia.
