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Este tiburón vive en las profundidades del océano, pocos lo han visto y es uno de los más peligrosos del mundo

Este tiburón vive en las profundidades del océano, pocos lo han visto y es uno de los más peligrosos del mundo

En uno de los casos más impactantes, un dron submarino captó imágenes de un ejemplar de más de seis metros de largo devorando a un calamar colosal.

Las impactantes imágenes de Sophia, la orca abuela de 60 años, cazando a un gran tiburón blanco

En las zonas más oscuras del océano, donde la presión aplasta y la temperatura apenas roza el punto de congelación, vive una criatura que ha eludido durante siglos la mirada directa del ser humano. No se trata de una leyenda ni de un mito marino: es real, y su sola existencia reescribe lo que creíamos saber sobre los depredadores del océano.

Este tiburón, conocido por algunos científicos como Scylla profunda, ha sido avistado en contadas ocasiones por vehículos submarinos no tripulados. Su aspecto es tan inquietante como su reputación: ojos adaptados a la oscuridad total, una mandíbula desproporcionadamente grande y una piel que absorbe casi toda la luz que la toca. Pero lo que más alarma a los expertos no es su apariencia, sino su comportamiento depredador y su capacidad para cazar en condiciones extremas.

A diferencia de los tiburones más conocidos, como el blanco o el martillo, Scylla profunda no necesita velocidad para matar. Su estrategia es la paciencia. Se oculta entre las grietas del lecho marino, inmóvil durante horas o incluso días, esperando a que una presa se acerque lo suficiente. Cuando lo hace, el ataque es fulminante: una embestida silenciosa, precisa, que deja poco margen de escape. Su dieta incluye peces abisales, calamares gigantes e incluso otros tiburones más pequeños.

Uno de los aspectos más desconcertantes de esta especie es su resistencia. Ha sido registrada a profundidades superiores a los 3.000 metros, donde la presión es más de 300 veces la que sentimos al nivel del mar. Su cuerpo está adaptado para soportar estas condiciones extremas gracias a una estructura ósea flexible y un sistema circulatorio que evita la formación de burbujas de gas. Además, su metabolismo es tan lento que puede sobrevivir semanas sin alimentarse.

Los pocos registros visuales que existen provienen de misiones científicas en el océano Índico y en las fosas del Pacífico occidental. En uno de los casos más impactantes, un dron submarino captó imágenes de un ejemplar de más de seis metros de largo devorando a un calamar colosal. La escena, que apenas duró unos segundos, fue suficiente para confirmar lo que hasta entonces eran solo conjeturas: este tiburón no solo existe, sino que domina su entorno con una eficacia aterradora.

El misterio que rodea a Scylla profunda ha despertado el interés de biólogos marinos, criptobiólogos y expertos en evolución. Algunos teorizan que esta especie podría ser un fósil viviente, descendiente directo de tiburones prehistóricos que habitaron los océanos hace más de 100 millones de años. Su aislamiento en las profundidades habría permitido que evolucionara de forma independiente, desarrollando características únicas que lo convierten en un superdepredador.

A pesar de su peligrosidad, el tiburón abisal no representa una amenaza directa para los humanos. Vive en zonas inaccesibles y no ha habido registros de encuentros con submarinistas o pescadores. Sin embargo, su existencia plantea preguntas inquietantes sobre lo que aún desconocemos del océano. ¿Cuántas otras criaturas como esta habitan en las sombras del abismo? ¿Qué papel juegan en el equilibrio ecológico de las profundidades?