La ciencia desvela lo que trata de decirte tu cuerpo si tienes un antojo de dulces constante
No es que seas goloso. O, al menos, no es la única explicación.

Dirán que eres un goloso, pero hay una explicación más allá en el deseo constante de comer dulces que no tiene que ver con el hambre.
Diversos estudios han precisado que este tipo de actitudes y ansias por comer bollo, caramelos u otros dulces responden a "patrones" biológicos o problemas que se asemejan a los que sienten adictos al alcohol o drogas duras.
Los antojos constantes de dulces pueden estar relacionados con alteraciones del nivel de azúcar en sangre. Los expertos señalan que la diabetes tipo 2 provoca fluctuaciones repentinas en los niveles de glucosa y en tales condiciones el cuerpo fuerza el aporte de combustible en forma de azúcares simples. Sin embargo, existe una alternativa: una dieta rica en proteínas y fibra, que reduce el hambre y estabiliza los niveles de azúcar.
Los problemas intestinales también pueden intensificar nuestros antojos de alimentos dulces. Según el profesor Jeffrey Gordon, de la Universidad Washington de St. Louis (EEUU) el consumo de azúcares simples provoca la llamada adicción. bacterias intestinales que dificultan el cambio a hábitos alimentarios más saludables. En esta situación, una dieta rica en probióticos, especialmente los que se encuentran en yogures bajos en azúcar, ayudará.
Pero hay otras motivaciones. Por ejemplo, la falta de determinados elementos en la dieta diaria. Es el caso del magnesio o de los antioxidantes, ante cuyas ausencias el cuerpo manda 'señales'. Así, la investigadora Susanne Yanowski, del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, precisa que el magnesio es responsable de regular la tensión nerviosa, cuya falta produce irritabilidad o fatiga.
Su déficit puede 'compensarse' con chocolate para "mejorar temporalmente nuestro estado de ánimo". Ante esta opción, la especialista recomienda el consumo de aperitivos ricos en magnesio como frutos secos o semillas, que no disparan el nivel de azúcar. En cuanto a los antioxidantes, la dietista Elissa Goodman reconoce su efecto asociado, el deseo de carbohidratos simples.