Los investigadores se sorprenden al descubrir los "hígados de río" que se creían extintos y arranca una "carrera contra el tiempo"
"Nadie lo esperaba, y creo que es una victoria para la región en cuanto a la calidad del agua".

La esperanza fluye por los ríos del suroeste de Pensilvania. Un nuevo informe de Next Generation Newsroom revela un notable aumento en los avistamientos de mejillones de agua dulce, incluido el redescubrimiento de una especie en peligro de extinción a nivel federal en el río Allegheny.
Trás décadas de declive, el Emsworth Pool del río Ohio registró un récord de 35 mejillones de 10 especies diferentes, un indicio claro de que la salud de las vías fluviales está mejorando, con unos ríos más limpios, mejor gestionados y más resilientes.
"Fue una grata sorpresa encontrar esto", celebra Shawn McWilliams, ingeniero de proyectos de ALCOSAN. "Nadie lo esperaba, y creo que es una victoria para la región en cuanto a la calidad del agua", añade.
Conocidos como 'los hígados del río' por su capacidad de filtrar impurezas, estos mejillones son indicadores sensibles del estado de los ecosistemas acuáticos. "Son uno de los pocos animales que mejoran activamente la calidad del agua simplemente por existir", explica el Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania (DEP).
"Cada uno filtra varios galones de agua al día, eliminando la contaminación y manteniendo la salud de los ríos de Pensilvania. Pero eso no es todo: los mejillones también ayudan a reciclar nutrientes, crean refugio para otras formas de vida acuática y sirven de alimento para peces, aves y mamíferos", precisa.
Optimismo comedido
Desde 2017, el DEP ha reintroducido casi 40.000 mejillones en ríos como el Allegheny, Ohio, Clarion, Kiskiminetas, Beaver y Dunkard Creek. "Algunos son marcados y monitoreados. Otros forman parte de investigaciones innovadoras, como el uso de ajolotes como huéspedes sustitutos cuando las salamandras nativas no pudieron sobrevivir en cautiverio".
Ahora, estas acciones están comenzando a dar resultados. El impacto positivo de unos ríos más saludables no es solo ecológico. Un estudio en la revista Water Security concluyó que los ríos altamente contaminados pueden reducir el crecimiento económico en las regiones río abajo hasta en un 2,5%. Además, unos ríos limpios permiten una pesca más resiliente, recreación segura y mejor calidad del agua para las comunidades locales.
El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales también subraya que los paisajes fluviales sanos aumentan la resiliencia ambiental y protegen hábitats clave para peces y vida silvestre.
A pesar del entusiasmo, los biólogos advierten que la recuperación aún enfrenta desafíos. "Es realmente una carrera contra el tiempo para obtener esta información y hacer lo mejor que podamos antes de que sea demasiado tarde", señala Nevin Welte, malacólogo y biólogo no cinegético.
