Luz verde para crear el avión militar más grande de la historia: podrá transportar helicópteros, cazas y furtivos en una sola salida
El proyecto busca suplir la falta de capacidad de transporte aéreo de gran tamaño de Estados Unidos y sus aliados.

El fabricante estadounidense de defensa Radia ha confirmado el diseño del WindRunner, un avión de carga militar de próxima generación que podría convertirse en el más grande del mundo. Este proyecto busca suplir la falta de capacidad de transporte aéreo de gran tamaño de Estados Unidos y sus aliados en un contexto geopolítico marcado por tensiones crecientes.
De acuerdo con la compañía, el WindRunner se concibe como un avión de carga ultragrande orientado a maximizar el volumen interno más que la masa de la carga útil. Esto le permitiría transportar sistemas completos, como helicópteros o cazas, sin necesidad de desmontarlos, facilitando así el abastecimiento en entornos austeros, degradados o bajo disputa.
Esta capacidad sería clave para respaldar la estrategia de Empleo de Combate Ágil y el concepto de bases distribuidas, pensados para mantener operaciones lejos de instalaciones militares vulnerables a ataques enemigos.
Unas características únicas
De hacerse realidad, las dimensiones y la magnitud de la aeronave serían inéditas: 108 metros de longitud, 80 de envergadura y 24 de altura, además de más de 6.800 metros cúbicos de capacidad interna, unas siete veces la del C-5 Galaxy de la Fuerza Aérea estadounidense, actualmente el mayor avión de transporte en servicio.
Según Radia, el WindRunner podría trasladar en una sola misión 12 helicópteros Apache, seis Chinook o cuatro cazas F-16 o F-35C, operando incluso desde pistas sin pavimentar de apenas 1.800 metros. Sus dimensiones hablan por sí solas: 108 metros de longitud, 80 de envergadura y 24 de altura.
Sin embargo, la carga útil máxima será relativamente modesta: 72.575 kilogramos, muy por debajo de los 130.000 del C-5 o de los 150.000 del ruso An-124. Este enfoque refleja la prioridad de volumen frente al peso, orientándose más al transporte de equipos ensamblados que a grandes lotes de suministros o vehículos blindados.
El WindRunner podría transformar la logística occidental, especialmente en el Pacífico, donde las vastas distancias y las crecientes capacidades de interdicción chinas pondrán a prueba los sistemas de apoyo estadounidense. Aun así, persisten dudas sobre la viabilidad del programa, dadas las dificultades del sector aeronáutico en Estados Unidos y la ausencia de proyectos similares en más de medio siglo.
