Muchos tiran las pelusas de la secadora a la basura creyendo que no sirven de nada sin saber que es un error
Para convertirla en encendedor, se mezcla con una pequeña cantidad de aceite de cocina.

Lo que muchos consideran un simple residuo doméstico puede convertirse en una herramienta sorprendentemente útil. La pelusa que se acumula en el filtro de la secadora —compuesta por fibras textiles, cabellos y restos de papel— suele acabar en la basura. Sin embargo, un truco de reciclaje creativo demuestra que este material puede tener una segunda vida como encendedor casero para barbacoas.
La idea, compartida por el canal de Instagram hotcoffee_creativekids, consiste en aprovechar la pelusa junto con un ingrediente común en cualquier cocina: el aceite vegetal. El proceso es sencillo. Primero, se extrae cuidadosamente la pelusa del filtro, que suele estar ubicado en la puerta o en la entrada del tambor de la secadora. Si está húmeda o muy adherida, puede utilizarse un cepillo de dientes viejo para facilitar su retirada.
Una vez recolectada, se guarda en un frasco de vidrio. Para convertirla en encendedor, se mezcla con una pequeña cantidad de aceite de cocina y se forman bolas compactas. Estas se colocan junto al carbón en la barbacoa y se encienden con un fósforo largo o un mechero. También pueden utilizarse en chimeneas exteriores o braseros, siempre en espacios abiertos y con precaución.
Es importante tener en cuenta que no todas las pelusas son aptas para este uso. Solo deben emplearse fibras naturales como algodón o lana. Las fibras sintéticas, como el poliéster o el nailon, pueden derretirse, emitir olores desagradables y liberar vapores tóxicos. Además, antes de usar la pelusa, hay que asegurarse de que no contenga objetos pequeños como botones, cremalleras o monedas.
