Ni la flota rusa ni la china: el inesperado encuentro de un patrullero español con el señor de los mares
Se encontraba en plena campaña de vigilancia pesquera cuando les sorprendió.

En aguas de Terranova, un gigante marino sorprendió a la Armada Española con una escena tan majestuosa como insólita. No fue un submarino ruso ni un destructor chino. Esta vez, el patrullero español Arnomendi (P-63) se topó con alguien que bien se podría tratar de un adversario o de un aliado muy distinto.
El protagonista de esta historia fue una enorme ballena que emergió junto al buque en aguas del Atlántico Norte, se sumergió con elegancia y, en un gesto que muchos interpretan como un saludo, alzó su poderosa cola ante la tripulación.
La Armada española capturó el momento y no dudaron en compartir el, , breve pero impresionante, video del encuentro en su perfil de X (@armada_esp) que capta la esencia de lo inesperado que puede ser viajar por alta mar.
Patrullas en aguas internacionales
El Arnomendi se encontraba en plena campaña de vigilancia pesquera en caladeros internacionales, como parte del Plan Anual de Vigilancia de Pesca, una misión coordinada entre la Armada y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Este patrullero tiene como misión principal la inspección, vigilancia y apoyo a la flota pesquera tanto en aguas nacionales como en escenarios comunitarios o internacionales. En este caso, operaba en las aguas de Terranova, bajo la jurisdicción de la NAFO (Northwest Atlantic Fisheries Organization).
Un veterano del mar
Con más de dos décadas de servicio, el Arnomendi ha participado en campañas en el Cantábrico, el Mediterráneo, las Islas Canarias, Cádiz, Islandia y Terranova. Además, ha apoyado operaciones de pesca del bonito del norte y del atún rojo.
Construido en los astilleros de Paulino Freire S.A. en Vigo y arrojado al mar en el año 2000, este buque de altura pertenece a la clase Chilreu, aunque es el único que no lleva nombre de isla. En su lugar, rinde homenaje al monte Arnomendi, en la costa guipuzcoana.
