Ni la nevera ni la encimera: el truco de los franceses para guardar la mantequilla y mantenerla fresca hasta dos semanas
Únicamente es necesario un objeto y un poco de agua fría.

La mantequilla es uno de los ingredientes fundamentales de la cocina francesa. Por ejemplo, se utiliza a la hora de elaborar productos tan típicos del país galo como los cruasanes o al hacer salsas.
Debido a su sabor, a su versatilidad y a su textura, la mantequilla se ha erigido como uno de los pilares fundamentales sobre los que se asientan los principales platos de la gastronomía francesa.
Es precisamente por ese motivo por el que los franceses conocen a la perfección todos los trucos para guardar la mantequilla y conservarla en buen estado durante un periodo de hasta dos semanas.
Para conseguir mantener la mantequilla fresca y blanda durante un largo periodo de tiempo, meterla en la nevera con su envoltorio original no es una buena elección, ya que absorbe olores no deseados y pierde su sabor.
El truco para que la mantequilla no se estropee es recurrir a la llamada mantequera de agua. Se trata de un objeto que está compuesto por dos partes: una superior en la que se tiene que colocar la mantequilla y una inferior que está llena de agua fría.
El funcionamiento de la mantequera de agua se basa en que cuando la mantequilla se sumerge en el recipiente, el agua fría crea una barrera natural que protege al alimento de las bacterias, de aromas indeseados y del propio aire.
De esta forma, la mantequera de agua consigue mantener la mantequilla a temperatura ambiente y conservar el producto, fresco, húmedo y con su nivel ideal de consistencia entre una y dos semanas.
No obstante, para que este truco sea 100% efectivo es muy importante cambiar el agua fría de la mantequera cada dos o tres días para que la barrera natural que protege a la mantequilla siga manteniendo sus propiedades. De lo contrario, no se alcanzará ese plazo de conservación del alimento de hasta dos semanas.
