Se desata la boda del caos con 81 multas, caos policial y un alcalde que debe tomar una decisión drástica
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Se desata la boda del caos con 81 multas, caos policial y un alcalde que debe tomar una decisión drástica

El Ayuntamiento se remite a un precedente trágico y exige garantías de buen comportamiento para reprogramar la ceremonia.

Dos alianzas de boda en su estuche, imagen simbólica de un enlace que no llegó a celebrarse.Irina Marwan

Lo que debería haber sido un día inolvidable para los novios, una comitiva descontrolada de su boda se encargó de convertirlo no solo en un caos sino que obligó al ayuntamiento francés de Mulhouse a tomar una decisión drástica: cancelar una boda civil solo minutos antes de que empezara. Fue el pasado 21 de junio, cuando un cortejo nupcial desbocado, según la web Midi Libre, puso en jaque el tráfico de toda la localidad tras una sucesión de infracciones de tráfico, maniobras temerarias por sus calles y un escándalo que obligó a intervenir a la policía. El resultado: 21 multas, 28 puntos de carné retirados y una decisión inédita del concejal Florian Colom.

La suspensión de la ceremonia no fue una decisión impulsiva. El propio Colom explicó en redes sociales que actuó tras constatar que el cortejo “deliberadamente infringió las normas de seguridad y tranquilidad pública”. El Ayuntamiento recibió avisos desde primera hora de la mañana y, al evaluar la situación, consideró que no podía permitir que la boda siguiera adelante en esas condiciones.

La secuencia de incidentes es elocuente. Varios vehículos bloquearon las rotondas, otros ignoraron semáforos en rojo y se hicieron maniobras peligrosas en las calles del centro. El estruendo de bocinas y música, constante desde las 10:15 horas de la mañana, resonó en buena parte del casco urbano. Aunque los policías lograron identificar a los infractores y contener parte del desorden, el nivel de alteración hizo inviable la celebración de la boda. “Estos comportamientos son inaceptables”, zanjó el concejal, que defendió la suspensión como una medida excepcional “pero necesaria” ante un caso sin precedentes en Mulhouse, una ciudad del noreste de Francia, cercana a la frontera con Alemania y Suiza.

El Ayuntamiento convocó a los novios, ambos de unos veinte años, para comunicarles oficialmente la cancelación. Según el propio Colom, podrán casarse más adelante, siempre que garanticen un comportamiento adecuado. El edil quiso además recordar que estas escenas no son solo molestas o incívicas, sino potencialmente trágicas: “Este tipo de excesos no están exentos de riesgos”, advirtió, en referencia a un cortejo similar ocurrido en 2015 en Estrasburgo, que terminó con una víctima mortal.

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