Un reloj de pulsera gigante da la hora en el paseo marítimo de A Coruña: es admirado por muchos turistas
Una pieza que obliga a detenerse un segundo y levantar la vista del móvil.

En la era tecnológica en la que vivimos nos hemos habituado a mirar la hora en pantallas diminutas, como el móvil o un smartwatch, y a que hasta el tiempo nos llegue de forma digital. Hoy en día ver relojes analógicos es casi un privilegio, por ello A Coruña presume de tener una escultura peculiar que ofrece el contrapunto perfecto a esta modernidad tan compleja. Una pieza que obliga a levantar la vista y a detenerse un segundo.
Se trata de un reloj de pulsera de gran formato que se ha convertido en un hito del paseo marítimo coruñés. La escultura, ubicada en la plaza de As Lagoas, funciona como elemento urbano y reclamo fotográfico para vecinos y turistas, y se sitúa entre dos de los museos más visitados de la ciudad, el Aquarium Finisterrae y la Domus. La pequeña plaza que lo acoge dispone además de bancos, un área de juegos infantiles y plazas de aparcamiento.
La pieza, de colores llamativos y en forma de reloj de pulsera apoyado sobre una base, fue instalada en 1994 y figura entre los relojes monumentales que pueblan A Coruña. Su autor es el artista coruñés Antonio Vázquez Liñeiro, cuya obra pública incluye varias intervenciones en la ciudad. Desde su colocación ha despertado opiniones encontradas por su estética, pero también ha ganado popularidad como punto de encuentro.
Una escultura atemporal
En los últimos años el monumento ha sido restaurado en varias ocasiones. En 2022 el Ayuntamiento impulsó una intervención para restaurar tanto la maquinaria como la estructura metálica y la base, tras las quejas vecinales por desperfectos y corrosión detectados en temporadas anteriores. Así las partes del metal oxidadas e irreparables fueron sustituidas por piezas de acero al carbono de características similares.
Estas labores buscan garantizar que el reloj no solo permanezca como imagen sino que marque la hora con fiabilidad para quienes pasean por la zona. Aunque este es uno de los emblemas más curiosos del litoral coruñés, lo cierto es que el de As Lagoas es tan solo uno de los siete relojes monumentales con los que cuenta la ciudad, siendo el más reciente de ellos. Otros populares son el del Obelisco, el del Ayuntamiento o el reloj floral.
Para quienes planifiquen una visita, la plaza de As Lagoas es un buen lugar para descansar tras recorrer el paseo marítimo: junto al Aquarium Finisterrae y la Domus, el reloj ofrece una parada visual y familiar antes de continuar hacia Riazor o la Torre de Hércules. Además, esta escultura es un recordatorio visual de que, aunque hoy miremos la hora en pantallas, todavía es necesario levantar la vista de vez en cuando.
