Una madre de 11 hijos se cansa de ser ama de casa 16 años y vuelve al trabajo con una frase lapidaria
La mujer asegura que "se ha cansado de este papel" y ha decidido volver a su profesión de enfermera.
Su hijo mayor pronto cumplirá 18 años; el menor, tiene tres años. Riita, de 39 años lleva prácticamente la mitad de su adulta embarazada y ha decidido que quiere cambiar su destino. La resistencia de Riita estaba al límite y por eso ha tomado una decisión, según ha contado a algunos medios locales de su país.
Llegó un momento en el que se dio cuenta de que no tenía tiempo ni para respirar, entre todas las tareas y recados diarios que tenía que hacer para dedicarse a sus hijos. Desde la compra a la cita con el dentista. Cuando eran jóvenes, Riita y su marido tenían claro que tendrían muchos hijos. Ambos crecieron en una familia laestadiana. El laestadianismo es un movimiento cristiano conservador luterano importante sobre todo en Finlandia, Suecia, Noruega, Rusia y Norteamérica. Fue fundado en la Laponia sueca por el pastor y botánico Lars Levi Laestadius.
Pero llegó un momento en el que Riitta se ha dado cuenta de que ella misma podría tener TDAH. "Me he cansado de ese papel", afirma esta madre. "Siempre estoy yendo y haciendo cosas. Por otro lado, ser especial me ha ayudado a afrontar la vida cotidiana, en la que hay mucho que hablar y pasar", destaca esa mujer.
Además, durante sus años como ama de casa, Riittaa también se ha ocupado de los asuntos administrativos y de la contabilidad de la empresa de su marido. Sin embargo, después de que nació Kuopus, su hijo pequeño decidió que quería trabajar después de más de 16 años de estar en casa. Sin embargo, la decisión no fue fácil.
"Estaba realmente list" para ir a trabajar. Me sentí como si fuera un sirviente de todos en casa las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Aunque me cansé de ese papel, sin embargo, ha sido aterrador comenzar a trabajar en el campo de la enfermería después de una pausa tan larga".
Riitta estaba segura de que podía brindar atención básica, pero necesitaba actualizar otras habilidades y también se sentía insegura sobre la posibilidad de alguna vez poder volver a estar con adultos.
Pero finalmente ha dado el paso. Y ahora su trabajo y sus compañeros también han traído a la vida de Riita una alegría que ella no podría haber imaginado, según asegura. "Tenemos una maravillosa y pequeña comunidad de trabajo que es un gran recurso. Es un placer ir a trabajar", señala.
Riitta trabaja con personas con discapacidades del desarrollo. Los encuentra maravillosamente genuinos, honestos y sinceros. Además, a través de su trabajo, Riitta también ha hecho nuevos amigos, así que ha empezado a tener una vida más allá que la de ama de casa y disfrutar también con ellos de una parte de su tiempo libre.