Nuevas formas de movilidad urbana: el prometedor futuro del 'carsharing'

Nuevas formas de movilidad urbana: el prometedor futuro del 'carsharing'

Poder utilizar un coche temporalmente en momentos puntuales, mediante un sistema de alquiler, supone una opción especialmente atractiva, sobre todo para aquellos que no pueden permitirse un coche en propiedad, quieran hacer uso ocasional del coche o necesiten acceso puntual a un tipo de coche diferente al que usan día a día.

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Ilustración: Alfonso Blanco

La irrupción del carsharing está transformando visiblemente la forma de movilidad por la ciudad. Aunque el concepto surgió en Suiza en los años noventa, ha sido en estos últimos cuando esta novedosa manera de desplazarse por la ciudad está registrando un crecimiento y aceptación exponencial por parte de los usuarios, ampliando la forma de moverse en coche a nivel individual en cada vez más ciudades de EEUU y Europa.

El carsharing, confundido habitualmente con el carpooling (sistema en el que varias personas comparten coche para realizar trayectos o viajes) supone un innovador concepto que permite a todo el mundo acceder a un vehículo, sin necesidad de tenerlo en propiedad. Poder utilizar un coche temporalmente en momentos o períodos puntuales de tiempo, mediante un sistema de alquiler, supone una opción especialmente atractiva, sobre todo para aquellos que no pueden permitirse un coche en propiedad, quieran hacer uso ocasional del coche o necesiten acceso puntual a un tipo de coche diferente al que usan día a día. Además, esta opción también es muy útil para desplazarse en el centro de la ciudad o en áreas urbanas especialmente congestionadas. Y también ofrece una alternativa de movilidad en áreas con tráfico restringido o con poco espacio para aparcar, por ejemplo. Hoy en día son millones los usuarios que disfrutan de este tipo de movilidad en más de seiscientas ciudades de todo el mundo.

Y dentro de este sistema de carsharing existen dos modalidades, el carsharing tradicional, que es aquel que cuenta con bases fijas para alquilar y devolver los vehículos; o el conocido como free-floating o carsharing flexible, que es aquel que no cuenta con bases fijas y permite iniciar y finalizar el alquiler del vehículo en cualquier punto dentro de un área delimitada de la ciudad. Son dos modelos totalmente diferentes, pero que se complementan para satisfacer necesidades de uso determinadas. El carsharing de bases fijas está enfocado a usuarios que por ejemplo han planeado un viaje largo, con un alquiler por más tiempo o para trayectos con inicio y final en el mismo punto, por ejemplo. El carsharing flexible, del que car2go es pionero y máxima referencia mundial, está dirigido a usuarios que quieren alquilar un vehículo de manera espontánea, para un periodo de tiempo muy corto y que no quieren volver al lugar de salida, aunque tengan opción de hacerlo. Al finalizar el alquiler, el coche se estaciona en cualquier espacio de aparcamiento público disponible o en plazas de aparcamiento especial habilitadas para car2go.

Según el estudio Fall 2014 Carsharing Outlook del centro de movilidad sostenible de la Universidad de California es precisamente este segundo modelo el que se prevé que tenga un mayor crecimiento en los próximos años. Este impulso vendrá por factores externos, como el hecho de que para 2050 se estima que el 70% de la población vivirá en ciudades que poco a poco alcanzan niveles alarmantes de congestión. La movilidad individual tendrá de adaptarse y ser más accesible, flexible y sostenible. Además, en la era del Internet móvil, los smartphones y sus apps permiten sacar el máximo partido a esta forma ecológica y autónoma de movilidad colaborativa, que complementa perfectamente a los diferentes sistemas de transporte en la ciudad.