Abandona Barcelona rumbo a Canarias y alucina con el precio del plátano en el primer supermercado al que entra
“Una locura los precios aquí".

Fernando, un nómada digital que comparte en las redes sociales su experiencia viajando por España y algunos destinos internacionales con su autocaravana, ha puesto rumbo de Barcelona a Canarias y lo primero que le ha hecho pararse en seco no ha sido el paisaje ni el clima, sino el precio que tienen los plátanos canarios en el archipiélago.
Razón más que justificada para que este creador de contenidos suba a TikTok un vídeo en el que se le ve en el pasillo de la frutería de Mercadona y que, como suele pasar en estos casos, ha generado un aluvión de comentarios.
“8 de abril, familia, 2.90 el kilo de plátano cuando vengo de Barcelona a 1.60. Plátano canario en Barcelona a 1.60, en Canarias 2.90. ¿Quién se come ese cuento?”, dice con cara de incredulidad en el clip. “Una locura los precios aquí en Canarias”, remata.
La sorpresa no ha pasado desapercibida. Muchos usuarios han respondido al vídeo con comentarios que intentan explicar la diferencia de precio o mostrar su indignación. “Lo más seguro que los que viste en Barcelona eran bananas y le habrán puesto pegatinas de los nuestros”, sugiere una persona. Otra apunta: “En Barcelona hay plátanos de otros sitios además de Canarias, y en Canarias por ley no pueden entrar plátanos de fuera, igual que aguacates, piña, mango”.
También hay quien ha aprovechado para criticar directamente al supermercado: “Si es verdad, ayer lo vi y lo dejé porque me dio tristeza. Mercadona está por las nubes”, comenta una usuaria. Otro mensaje propone una solución directa: “El caso sería no comprarlos a ese precio. Si no hay demanda, algo tienen que hacer”.
No todos se creen la comparación. “1,60 euros en Barcelona el plátano canario?? No será la banana de Sudamérica?? Yo viví en BCN y nunca vi el plátano canario a 1 euro y pico…”, escribe un seguidor. Y algunos, directamente, han decidido dejar de comprarlos: “Me niego a comprar los plátanos a ese precio, que se los queden… mientras iré a mercadillos y si suben, también dejaré de comprarlos”.
