Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Una colombiana alucina con lo que ve en la puerta de su casa

Una colombiana alucina con lo que ve en la puerta de su casa

“Cosas que pasan en España y no en Colombia”

Operario de limpieza urbana en España usando una manguera
Operario de limpieza urbana en España usando una manguera conectada a un brazo mecánico de un camión municipal.

Hay vídeos que se viralizan porque cuentan una historia, otros porque se grita mucho… y luego están los que funcionan porque muestran algo tan rutinario que, visto desde fuera, parece ciencia ficción. En ese tercer cajón entra el clip que ha publicado en TikTok la colombiana @alesiserazo, un vídeo sin diálogos, sin música y sin giros de guion que, aun así, ha conseguido miles de reproducciones con una sencilla frase: “Cosas que pasan en España y no en Colombia”.

La escena parece sacada del catálogo de cosas que nadie graba porque pasan todos los días. Una calle de barrio, edificios sin encanto, coches aparcados y el suelo empapado. Nada extraordinario. Hasta que miras dos segundos más y entiendes el chiste: un camión municipal de limpieza parado en mitad de la calle y un operario trabajando sin sufrir.

Sí, sin sufrir. El hombre limpia la acera con una manguera de agua a presión que no pesa, no se engancha y no le obliga a hacer crossfit laboral. La manguera sale de un brazo mecánico articulado que se despliega desde el camión y le sigue dócilmente mientras avanza. Él apunta, el brazo acompaña y la ciudad se limpia sola, como si estuviéramos en un tutorial de país que funciona.

El operario esquiva coches, dirige el agua hacia las alcantarillas y se mueve con una calma que roza la provocación. Nadie grita, nadie corre, nadie improvisa. No hay épica obrera ni drama. Solo un sistema pensado para que el trabajo se haga bien y sin destrozar la espalda de quien lo hace. Ciencia ficción para algunos, martes cualquiera para otros.

El operario esquiva coches, dirige el agua hacia las alcantarillas y se mueve con una calma que roza la provocación. Nadie grita, nadie corre, nadie improvisa. No hay épica obrera ni drama. Solo un sistema pensado para que el trabajo se haga bien y sin destrozar la espalda de quien lo hace. Ciencia ficción para algunos, martes cualquiera para otros. No hay explicación porque no hace falta. El contraste se entiende solo. Y duele un poco más precisamente por eso: porque no estamos hablando de lujo, ni de caprichos, ni de robots futuristas. Estamos hablando de limpiar una acera.

El vídeo no denuncia, no presume y no se sube a ningún púlpito. Simplemente muestra una rutina. Ahí está la gracia y la mala leche: descubrir que lo que aquí se vive como normalidad administrativa, en otros sitios sigue siendo una fantasía con presupuesto europeo. Porque sí, hay cosas que pasan en España… y hay países donde ni se las imagina