El ministro de Exteriores turco: "Si la UE no nos quiere, ya es hora de que lo diga"

El ministro de Exteriores turco: "Si la UE no nos quiere, ya es hora de que lo diga"

EFE

Ha sido una intervención a ratos tranquila, a ratos tensa, pero que ha dejado claro el momento que está viviendo Turquía. Su ministro de exteriores, Mevlüt Cavusoglu, ha plantado cara a la UE y a todos aquellos que denuncian que en el país no hay libertad de expresión. Y lo ha hecho en Madrid, donde ha reclamado a Bruselas que se olvide del “doble juego” y decida "ya" si quiere o no que Turquía forme parte del bloque comunitario.

“La adhesión a la Unión Europea es una opción estratégica para Turquía”, ha asegurado Cavusoglu, en una conferencia organizada que ha sido organizada por el Real Instituto Elcano a la que también ha asistido su homólogo español, Alfonso Dastis. Eso sí, también ha aprovechado la ocasión para advertir que el gobierno de Recep Tayyip Erdogan está "cansado" de que se pospongan las negociaciones de adhesión.

“Si la Unión Europea no quiere que seamos Estado miembro, que lo diga. Tiene que ser honesta”, ha afirmado para a continuación rechazar que se les den “lecciones” de democracia desde un club, el de los 28, “cada vez más aislado”. “Hay Estados miembro que no cumplen los estándares democráticos. No aceptamos sermones. La UE tiene que recuperar sus valores iniciales, que pasan por la inclusión y lo multicultural o va camino de ser un continente enfermo”, ha advertido.

Las negociaciones para la adhesión plena de Turquía en el bloque comunitario comenzaron en 2005, pero se han paralizado debido al rechazo en algunos estados a la entrada de un país de mayoría musulmana y al contencioso con Chipre. Parecía que las cosas se habían vuelto a encauzar tras el acuerdo migratorio entre Bruselas y Ankara -elogiado este jueves por Dastis- pero el fallido golpe de Estado de Julio ha dado paso a una evidente deriva autoritaria del régimen de Erdogan que a la UE no le gusta.

Desde ese fallido golpe de Estado, hay miles de académicos, jueces y un total de 151 periodistas detenidos, que se suman decenas de miles de funcionarios despedidos y otros tantos exiliados. Preguntado por este hecho, el ministro de Exteriores turco se ha defendido alegando que todos estaban "activamente implicados". Así, Cavusoglu ha reivindicado la política desplegada por su Gobierno para echar de las instituciones y llevar a los tribunales a los acusados de colaborar con el movimiento del clérigo Fetulá Gulen, al que las autoridades turcas consideran el cerebro del levantamiento.

LA DENUNCIA DE RSF

La visita del ministro se produce justo un día después de que Reporteros sin Fronteras haya advertido en su último informe de que Turquía se ha convertido en "la mayor prisión del mundo" de periodistas tras el golpe de Estado fallido, que ha empujado a las autoridades del país a iniciar una "caza de brujas" que se ha traducido en el cierre de 150 medios de comunicación, la retirada de los carnés de prensa a casi 700 periodistas y la encarcelación de un total de 40.

Según RSF, las autoridades turcas han aprovechado el fallido golpe de Estado "para acabar definitivamente con los medios críticos". La organización alerta asimismo de que la mayoría de los periodistas acusados de estar implicados en el golpe de Estado ha sido llevado a los tribunales "sin pruebas".

Cavusoglu ha sostenido en cambio que el Gobierno turco ha sido muy cuidadoso a la hora de llevar a cabo esta limpieza de los colaboradores de Gulen, "ese hombre enfermo en Pensilvania que se cree el imán del universo, el Mesías". Pero ha advertido de que Turquía no puede permitir que haya funcionarios dentro de la Administración filtrando documentos secretos a otros países, como ocurría, ha dicho, con el 20 por ciento de los diplomáticos dentro de su Ministerio, y a los que ya se ha echado.

Ni siquiera el poder judicial está libre de sospecha de colaborar con Gulen. Cavusoglu ha acusado a algunos jueces de "ser más leales" a Gulen que al propio Gobierno. E incluso ha vinculado al policía que asesinó al embajador ruso en Ankara con el movimiento del clérigo, del que recibió instrucciones, ha dicho.

Y en relación a la detención de periodistas, se ha defendido de las acusaciones lanzando una pregunta: "¿En vuestro país, cualquier periodista que apoye a una organización terrorista, tiene impunidad por ser periodista"?.