La misteriosa oleada de amenazas bomba que mantiene en vilo a Rusia
Decenas de miles de personas han sido evacuadas en Moscú tras una alerta de bomba falsa, la última de varias parecidas en todo el país.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas este miércoles en Moscú tras una alerta de bomba falsa, la última de varias parecidas ocurridas esta semana en lugares públicos de toda Rusia, según han informado medios de ese país.
Según la agencia de prensa rusa Ria Novosti, las importantes estaciones de Yaroslavski, Kievski y Kazanski y los famosos almacenes GUM, en la plaza Roja, estaban entre la veintena de lugares públicos de la capital rusa que fueron evacuados tras varias llamadas anónimas en las que se advertía de la presencia de bombas.
"A las 15.45 horas, 23 lugares de Moscú han recibido llamadas de amenaza", ha declarado a Ria Novosti un responsable de la policía municipal.
Contactadas por la AFP, las antenas moscovitas del ministerio de Situaciones de Emergencia y del ministerio de Interior no han querido comentar estas informaciones.
Las llamadas anónimas comenzaron el lunes, esencialmente en la parte occidental de Rusia, y al día siguiente se extendieron al resto del país. El miércoles, además de en Moscú, se produjeron alertas de bomba en varias ciudades de Siberia y del Lejano Oriente ruso. Según Ria Novosti, 45.000 personas en total fueron evacuadas.
Un mapa de la página web independiente Meduza informaba de que 27 localidades de Rusia habían recibido amenazas de bomba, aunque en ninguna se halló ningún artefacto explosivo.
En Omsk (Urales), 56 edificios tuvieron que ser evacuados el lunes mientras que la ciudad de Stávropol (suroeste) recibió 42 llamadas anónimas en las que se advertía de la presencia de bombas, destacó Meduza.
Las autoridades rusas no reaccionaron públicamente ante esta oleada de alertas.
Rusia reforzó las medidas de seguridad desde que un atentado en el metro de San Petersburgo dejara 16 muertos y decenas de heridos el 3 de abril. Las autoridades rusas han anunciado regularmente haber desbaratado proyectos de atentado.
Desde el inicio de su intervención militar en Siria en septiembre de 2015, Rusia, aliada del régimen de Bashar Al Asad, ha sido objeto de amenazas por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y de la antigua rama siria de Al Qaida.