A qué se debe la última subida de casos (y no es a la retirada de mascarillas)

A qué se debe la última subida de casos (y no es a la retirada de mascarillas)

Crecen los contagios y las hospitalizaciones por covid, pero sería injusto achacarlo a la relajación de mascarilla en interiores.

Madrid, 25 de abril de 2022. Burak Akbulut/Anadolu Agency via Getty Images

Después de semanas estancada, la curva de incidencia de covid en España sube ya con claridad, habiendo superado los 600 casos por 100.000 habitantes en la población mayor de 60 años, la única para la que se ofrecen ahora estadísticas. El incremento no se da sólo en los positivos, sino en las hospitalizaciones, que se sitúan ya en el riesgo medio, según los indicadores de Sanidad. 

Los datos del último martes reflejan que hay 6.455 personas con covid hospitalizadas en España; eso equivale a un 5,2% de las camas de hospital a nivel nacional, una tasa relativamente baja si se compara con olas anteriores, pero un 14,5% mayor que la cifra de la semana anterior. 

Resulta demasiado tentador achacarlo a la retirada de mascarillas en la mayoría de los espacios interiores, que entró en vigor el pasado 20 de abril en toda España. Pero sería equivocado hacerlo. 

“Lo de la mascarilla es una primera conclusión lógica porque está en el debate público, y justo han coincidido ambas cosas –su retirada y la subida de casos–”, concede el epidemiólogo Mario Fontán. Sin embargo, no sería justo correlacionarlo. “Con la mascarilla obligatoria también hemos tenido picos y ondas epidémicas, de igual manera que ahora”, explica Fontán. 

Lo que estamos viendo ahora no se explica por la retirada de mascarillas. Con la mascarilla obligatoria también hemos tenido picos y ondas epidémicas

Además, por cuestión de tiempo, es demasiado pronto para que la relajación de mascarillas haya tenido ya efecto en seis días. “Sabemos que el período de incubación del virus es de entre 10 y 14 días, y que los casos graves tardan unos días más en salir. Desde que se han retirado las mascarillas hasta que se ha empezado a detectar ese aumento han pasado muy pocos días”, señala Fontán. “Lo que estamos viendo ahora no se explica por la retirada de mascarillas”, insiste el epidemiólogo. 

Por qué suben ahora los casos y las hospitalizaciones

¿A qué se debe, entonces, la subida de los últimos días? Cabe mencionar, en primer lugar, que a los expertos en salud pública no les ha sorprendido esta crecida, pues el patrón que sigue la epidemia desde hace dos años es prácticamente el mismo: meses en los que la curva sube, semanas en las que desciende y, después, un período en el que se estanca, para luego volver a empezar el ciclo. 

Dicho esto, y aunque suene determinista o conformista, esta subida ‘tocaba’, y todo apunta a que se ha visto favorecida por el aumento de las relaciones sociales con las vacaciones de Semana Santa y otros festivos, y por el hecho de que ya no se aplica ninguna restricción en las interacciones sociales, con lo cual nos situamos en un escenario prepandémico, a diferencia de lo que sucedió en olas anteriores. 

Lo que vemos ahora es un resultado lógico de que hay actividad social

“Desde hace bastantes meses no hay ninguna medida de las que conocíamos antes para limitar la actividad social o económica, como el control de horarios o de aforos”, apunta Mario Fontán. “Lo que vemos ahora [la subida en la incidencia] es un resultado lógico de que hay actividad social, de que nos movemos, estamos en contacto unos con otros, y también de que es más probable que la inmunidad se vaya con el tiempo”, dice.

La caída de la inmunidad

Daniel López Acuña, ex directivo de la OMS, incide en esta última idea: la caída aparente de la protección inmunitaria en aquellas personas que recibieron las vacunas antes, es decir, los mayores de 80 años. El epidemiólogo explica que es en esta franja de edad donde los contagios han subido de forma más pronunciada en las últimas semanas. Si en la franja de 60 a 69 años la incidencia es de 483, en los mayores de 80 casi se duplica, con 796 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. En comunidades como Asturias, Castilla y León, Galicia y Navarra este último indicador está por encima de 1.200. 

“Estamos teniendo un problema con el aumento de los contagios en personas mayores”, admite López Acuña. “Esto sugiere en gran medida que va decayendo la protección inmunitaria y el virus va escapando a la eficacia de las vacunas que se pusieron inicialmente”, señala.

Estamos teniendo un problema con el aumento de los contagios en personas mayores. Esto sugiere que la protección inmunitaria va decayendo

López Acuña, residente en Asturias, apunta que la suya es una de las comunidades autónomas con datos más preocupantes en la actualidad. “Ya no sólo son casos leves. En Asturias la tasa de hospitalización se ha duplicado en las últimas tres semanas, y vemos que sólo el 8% de las personas hospitalizadas no tienen la pauta completa”, comenta. “Tenemos una pérdida de eficacia vacunal en personas de 60 años para arriba”, concluye el epidemiólogo.

Teniendo en cuenta estos datos, Asturias ha sido de las comunidades más ‘conservadoras’ a la hora de aplicar las últimas normas de Sanidad relativas a la pandemia. Allí han optado por “recomendar” el uso de mascarillas en todos los interiores –además de aquellos en los que sigue siendo obligatorio– y han decidido aislar a positivos asintomáticos –lo cual ya no se lleva a cabo por norma en el resto de España– para frenar la transmisión, según indica López Acuña. También han potenciado la realización de pruebas de diagnóstico y se ha planteado la cuarta dosis para mayores de 80 años. 

¿Toca ya una cuarta dosis?

Este último debate, el de la cuarta dosis, ronda desde hace días en España, sobre todo después de que países del entorno, como Francia, Alemania o Italia, ya la ofrezcan a las personas de mayor edad. En España se ofrece a pacientes inmunodeprimidos desde el pasado 13 de enero.

¿Habría que empezar, entonces, a aplicar la cuarta dosis de vacuna? La respuesta tiene matices. España no se plantea todavía una segunda dosis de refuerzo para la población general, pero sí para los mayores de 80 años, que estaría próximo de aprobarse, según las informaciones que publica La Vanguardia

La tercera dosis de vacuna se empezó a administrar a mayores de 80 años en octubre de 2021, habiéndose cumplido ya seis meses desde entonces. Además, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) dieron luz verde el 6 de abril a la aplicación de esta dosis extra a mayores de 80 años.

Con una cuarta dosis de la misma vacuna no vamos a frenar los contagios, pero sí a restablecer la eficacia de protección en los grupos más vulnerables

Lo “ideal”, sostiene Daniel López Acuña, sería “poder tener nuevas formulaciones de vacunas” para las nuevas variantes, pero esto todavía no se contempla a corto plazo. “Con una cuarta dosis de la misma vacuna original no vamos a frenar los contagios, pero sí restablecer la eficacia de protección en aquel grupo más vulnerable en quienes se vacunó primero y ha decaído la inmunidad”, afirma López Acuña. 

Para Mario Fontán, “el análisis [sobre esta cuarta dosis] es complejo”, pero el epidemiólogo coincide en que habría que “concentrar los esfuerzos en la gente más vulnerable”. “En ellos sí puede estar justificado, siempre van a tener un mayor riesgo”, reconoce.