Pepino. Esa cucurbitácea (hortaliza, para los amigos) que tantas bromas genera y ha generado a lo largo de la Historia. Denostada desde que alguien dijera "me importa un pepino", sólo hay algo que puede romper con sus prejuicios y estereotipos: su sabor.
Aunque normalmente se ha servido en ensalada o como ingrediente del gazpacho, lo cierto es que el pepino es mucho más versátil de lo que muchos creen. Las recetas venidas del lejano oriente y la capacidad y las ganas de innovación lo han situado en el epicentro de muchas recetas, ya sean líquidas o sólidas. Así, cobra protagonismo en cremas, sopas, tartares, salsas de acompañamiento, mermeladas... que en general tienden a prepararse de un modo sencillo y rápido.
El único problema que plantea es que con el pepino no hay medias tintas: o lo amas o lo odias. ¿En qué posición estás tú? Responde nuestra encuesta y sigue bajando si has elegido la primera opción: encontrarás 20 recetas con pepino, no aptas para haters.
Un aperitivo sencillo y para el que se necesitan pocos ingredientes. En vasitos individuales es perfecto como tapa. La receta completa, aquí.
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En realidad, son dos platos en uno: el gazpacho por un lado y el tzatziki por otro. Según su autor, "una variante de este gazpacho sería el tzatziki, una salsa griega-turca que se hace igual, pero con ajo y limón en vez...
Como dice su autora, el pepino es "un diurético natural y actúa movilizando nuestro organismo para que elimine todos los líquidos retenidos". La receta completa, aquí.
Para la autora, "no se nota la diferencia con una mayonesa tradicional de huevo", y "tiene la ventaja de que no se corren riesgos de salmonelosis o cualquier tipo de enfermedad derivada del uso del huevo crudo". La recet...