Las claves sobre si habrá escasez de gambas esta Navidad

Las claves sobre si habrá escasez de gambas esta Navidad

A pesar del veto no se contempla un desabastecimiento pero sí subidas de precio.

Fuente de gambas blancas.Rafa Jodar via Getty Images/iStockphoto

Disfrutar de la Navidad este año saldrá un poco más caro. La inflación no da tregua en la cesta de la compra y son muchos los españoles que han reducido el consumo de alimentos frescos. Sin embargo, según datos de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), en la mayoría de hogares se hará una excepción durante las fiestas para hacerse con algún producto fresco típico de la Navidad.

Entre ellos no pueden faltar las gambas, que son habituales en las mesas de toda España. En las últimas semanas se ha levantado la voz de alarma sobre este marisco no solo por el precio que puede alcanzar cuando se vayan acercando las fiestas navideñas, sino también ante una posible escasez.

La razón es el veto a la pesca a más de 400 metros de profundidad en el Golfo de Cádiz que afecta especialmente a la provincia de Huelva, pero también a la de Cádiz. La prohibición estará en vigor en principio mínimo hasta el mes de abril o mayo y es difícil predecir cómo impactará a la campaña de Navidad.

“En principio cuando se publicó el reglamento hubo una discrepancia sobre si en las zonas ubicadas hasta los 400 metros de profundidad se prohibía la pesca y se contestó que no, esto hizo que los caladeros de gamba pequeña quedaran a salvo. Pero los de gamba grande no, porque están a más de 400 metros”, explica Alonso Abreu, gerente de la Asociación de Armadores de Punta del Moral (Huelva). “Esta es la gamba que tradicionalmente se consume en verano o ahora en Navidad”, añade sobre la de mayor tamaño.

Abreu señala que para hacer frente al veto tienen que “probar en el resto de zonas a ver si es rentable” y que todavía no pueden garantizar qué cantidades manejarán en las próximas semanas. ”Con la pesca nunca se sabe, no es una ciencia exacta. ¿Qué puede ocurrir? En los últimos años ha habido mucha cantidad pero este año parece que hay mucha menos cantidad en general. Entonces hay menos en general y además tenemos menos caladeros donde pescar”, reflexiona el armador.

  Puerto de Ayamonte, en Huelva.ernesto-photos via Getty Images/iStockphoto

En Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), otra de las zonas afectadas por el veto, son optimistas pero cautos ante la evolución de la situación. “Escasez de gamba no va a haber. Es un problema de pérdida de caladero, así que el barco tendrá que ir a las zonas contiguas. En el golfo de Cádiz han cerrado tres zonas, así que hay que buscar en las otras y los barcos tienen que moverse en una especie de pasillos. Pero a corto plazo escasez de gamba no va a haber, es posible que a largo plazo veamos algo diferente”, señala José Carlos Macías, técnico de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda. 

Macías explica que la campaña de pesca de gamba empezó el 1 de noviembre porque hasta entonces estaban en paro biológico y, en estas primeras semanas “el producto va llegando”. El técnico destaca que en los estuarios de la zona a día de hoy hay una invasión del cangrejo azul que se está alimentado de lo que encuentra y que puede provocar que en un futuro haya menos cantidad de algunas especies como la gamba, aunque no a corto plazo.

“No vamos a tener el problema que hay por ejemplo con el langostino desde hace un tiempo, que no está habiendo y que hemos tenido mucha escasez en los últimos años por temas como el cangrejo azul o la calidad del agua y ha hecho que estemos pagando el langostino a precios muy altos”, cuenta Macías. 

Felipe Carmona, patrón de un barco de Ayamonte (Huelva) sí cree que habrá menos oferta. “Yo soy patrón de un barco y tampoco puedo dármelas de listo, pero creo que habrá escasez de gamba porque ahora la zona de pesca es más pequeña”, defiende, al mismo tiempo que aprovecha para mostrar sus disconformidad con el veto.

“Estoy de acuerdo en que hay que cuidar la mar, pero le pasa como a la tierra, sino se ara... La parte que han cortado, como no la muevan se pudre. Las normas están para cumplirlas, aunque creo que no lo hacen bien”, insiste.

¿Subirá el precio en las próximas semanas?

A pesar de que se descarta un gran desabastecimiento o una escasez llamativo, que haya menos producto y a la vez más demanda por las fiestas navideñas puede hacer que suba el precio de la gamba. “Sí, subirá”, asegura Alonso Abreu, que también revela que todo el marisco que pescan sus barcos se queda en España ya que no comercializan en el extranjero.

Por su parte, José Carlos Macías que cree que las gambas estarán más caras, “pero serán las subidas habituales a otras épocas”, nada excepcional. “La gamba pequeña está ahora a tres euros el kilo, mientras que la grande está a 25, 28 euros”, explica el técnico. 

  Una bandeja de gambas en una lonja de Cádiz.Photo by Rafa Elias via Getty Images

Son cifras parecidas a las que maneja Felipe Carmona. “La gamba ahora mismo no está tan cara, está a tres, cuatro euros el kilo. Nosotros lo estamos vendiendo barato, otra cosa es que en el mercado o en la plaza de abastos luego la vendan a diez el kilo”, defiende el armador.

Además, Carmona no cree que la demanda de gamba fresca vaya a suponer un problema. “La gente compra ya la gamba congelada. El mensaje es que no hay dinero, entonces la gente se va directamente al congelado”, se lamenta.

A pesar de que los pescadores no estén vendiendo más caro de lo normal, los españoles sí han notado un aumento de precios en el marisco, tanto el fresco como el congelado. En concreto, un 9% y un 8,1% respectivamente según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ante estas posibles variaciones de precio el consejo es el mismo que en otras navidades: anticipar las compras y congelar.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.

  

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Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.

 

Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.

 

Mi trayectoria

Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.

 


 

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