‘61’ Dorado en Rama: el vino con el poder de maridar lo imposible

Una de las principales desventajas de la sociedad globalizada e instantánea en la que vivimos es la sensación de que, hablemos de lo que hablemos, todo nos resulta conocido, convencional y manido. El sector del vino no escapa de este fenómeno y, quizá por ello, sentimos una emoción especial cuando nos encontramos ante una elaboración singular, exclusiva y que se aleja de lo común.

Así ocurre con '61' Dorado en Rama,  un vino que la cooperativa Bodega Cuatro Rayas —referencia imprescindible en el marco de la denominación de origen Rueda— produce siguiendo la tradición elaboradora histórica de su territorio y que, pese a tratarse de un viejo conocido para todos expertos en las elaboraciones de esta zona vitivinícola, aún resulta un tesoro escondido para muchos amantes del vino.

Su carácter excepcional no se limita a su exclusividad, ni tampoco al hecho de que esta elaboración suponga la salvaguarda de una variedad de uva en vías de extinción en esta zona vitivinícola, sino a que este vino tiene el particular poder de maridar a la perfección con algunos alimentos que muchos consideran incompatibles con cualquier armonía gastronómica.

Alcachofas, vinagretas, gazpachos o, incluso, postres con chocolate puro se precian de derrotar con facilidad las notas delicadas de muchos vinos cuando sus sabores se entremezclan en nuestro paladar, pero esta elaboración de la bodega cooperativa que desde hace casi 90 años se dedica en cuerpo y alma a la elaboración de vinos de calidad, sale victoriosa en todos los retos gastronómicos considerados imposibles, convirtiéndose así en el imprescindible de todos los amantes del buen comer y mejor beber.

Dorado de Rueda: un vino histórico y con mucho que contar

Parte del misterio que convierte a '61' Dorado en Rama en un comodín gastronómico es el hecho de que no nos encontramos ante un vino blanco DO Rueda al uso, ya que — aunque en su elaboración también se emplea la variedad reina de este territorio, la Verdejo— en su elaboración interviene otra variedad de uva y un método de elaboración que lo convierten en algo excepcional.

Pocos relacionan esta zona vitivinícola con la Palomino Fino, la uva con la que habitualmente se producen los vinos generosos del sur de España -amontillado, palo cortado, fino o manzanilla-, pero se da la circunstancia de que las características de este tipo de vinos secos, alcohólicos y de crianza biológica u oxidativa se corresponden también con una tipología propia de la tradición elaboradora de la DO vallisoletana: los vinos Dorados de Rueda.

Las elaboraciones primigenias de este territorio —vinos extremadamente populares en nuestro país durante el Siglo de Oro y durante el reinado de los Reyes Católicos— coincidían con este tipo de vinos y la tendencia se mantuvo hasta bien entrada la última mitad del siglo XX, cuando lo habitual era que los viticultores del territorio sobremadurasen algunas parcelas de esta variedad para elaborar vinos “añejos” con el fin de destinarlos al consumo doméstico así como para la venta a pequeña escala y a granel.

Así lo hacían los socios y socias de Bodega Cuatro Rayas en 1935, año de fundación de la que entonces se conocía como Bodega Cooperativa de La Seca, y continuaron elaborando de forma mayoritaria vino madurado en botas, con mayor graduación alcohólica y una alta intensidad aromática hasta las últimas décadas del siglo XX, cuando el consumo comenzó a decantarse por vinos jóvenes, más frescos y afrutados.

Como consecuencia de esta tendencia, gran parte de los viticultores de la zona apostaron por arrancar las cepas centenarias de Palomino que poblaban sus parcelas para sustituirlas por la nueva uva reina de la que hoy conocemos como DO Rueda y el consejo regulador de la denominación de origen vetó la plantación de nuevas cepas de Palomino Fino en este territorio, eso sí, autorizando a conservar dentro del marco de calidad de la denominación de origen los vinos elaborados aquellos pagos en los que se cultivase este tipo de uva con anterioridad a la aplicación de la norma.

Algunos cooperativistas de Bodega Cuatro Rayas apostaron por mantener las cepas centenarias de Palomino heredadas de sus mayores y esto permitió a la bodega mantener la producción de este tipo de elaboraciones, para la que se emplea botas históricas siguiendo el método tradicional más noble.

El aliado para maridar los alimentos considerados “enemigos del vino”

Y, después de estas pinceladas de Historia, volvemos a lo que nos ocupa: ¿cómo marida '61' Dorado en Rama con alimentos imposibles? Las armonías gastronómicas se vuelven un quebradero de cabeza cuando los platos a acompañar por el vino incluyen materias primas, que debido a su composición, pueden modificar nuestra percepción de las bebidas con las que los acompañamos.

Por ejemplo, uno de los componentes más complicados a la hora de diseñar un maridaje es la cinarina, un antioxidante natural que inhibe los receptores del gusto y que ‘dulcifica’ nuestro paladar, enmascarando el sabor de los alimentos que probemos después de haber catado algún alimento que la incluya en su composición. Así ocurre con las alcachofas, consideradas por muchos como una hortaliza con “maridaje imposible”, un reto que tiene fácil solución si apostamos por un vino dorado para su acompañamiento.

Este producto de temporada y que el próximo día 16 de marzo celebra su día internacional ve contrarrestado el dulzor de su postgusto con las notas potentes de los vinos generosos, lo que convierte a elaboraciones como '61' Dorado en Rama  en el secreto mejor guardado de los gourmets que quieren disfrutar al máximo de su delicadeza.

Algo similar ocurre con los espárragos, aunque en este caso no nos enfrentamos a la cinarina, sino el ácido asparagúsico cuando tratamos de armonizarlos con un vino. Este compuesto genera notas metálicas en el paladar, un reto que nuevamente se contrarresta con las notas aromáticas de los vinos generosos.

Quesos azules, vinagretas, escabeches e incluso chocolate negro o turrón son otros de los productos que acompañan y ensalzan a la perfección la elegancia y delicadeza de este vino que, además, no tiene añada y permite que lo disfrutemos poco a poco, solos o en compañía, disfrutando -además- en cada sorbo de un trocito de historia.

Su versatilidad lo convierte también en un comodín cuando queremos seleccionar un único vino que nos acompañe desde el aperitivo hasta el postre, ya que este perfil de elaboraciones combina a la perfección con menús largos que comiencen, por ejemplo, con una tabla de quesos y salazones que midan su intensidad gustativa con la entrada potente del dorado, continuando con una ensalada o unos vegetales encurtidos, que acompasarán su acidez - herencia del verdejo que interviene en su elaboración- con la del paso por boca equilibrado de la elaboración, pasando después a una carne roja o un guiso de caza, con potencia suficiente para acompañar en boca a este vino intenso y cerrando con un postre goloso que incluya en su composición frutos secos, perfectos para acompañar las notas de salida amieladas de este vino en rama.

'61' ́Dorado en Rama: una elaboración única disponible online a precio directo de bodega

La exclusividad de este vino del que se realiza una única saca al año con unidades muy limitadas, lo convierte en una referencia de marcado carácter gastronómico disponible únicamente en tiendas especializadas y en las cavas de los mejores restaurantes, pero ahora también puedes hacerte con él a precio directo de bodega adquiriéndolo a través de la tienda online de Bodega Cuatro Rayas, una vinoteca virtual que pone a tu disposición la amplia gama de productos de esta cooperativa vitivinícola y que te permite beneficiarte de ventajas como el envío a domicilio gratuito en pedidos iguales o superiores a 29 euros o sus ofertas especiales, como la que tienen activa en estos momentos: a partir de 60 euros de compra, acompañarán tu pedido de un set de cuchillos CLOEN de forma gratuita, con el que elaborar tus mejores recetas con productos de maridaje imposible.

¡Salud!