La trampa que tienes que colocar a las avispas media hora antes de una comida al aire libre para mantenerlas alejadas de los platos
El experto en insectos Thomas Persson ha dado con la clave.
Estás a punto de disfrutar de una comida al aire libre, la parrilla encendida y los platos servidos, cuando un zumbido insistente anuncia la llegada de invitados no deseados: las avispas.
Estos insectos, que patrullan constantemente en busca de comida, tienen un olfato fino capaz de detectar desde un trozo de carne hasta un postre azucarado, y no dudan en acercarse a reclamar su parte.
Según explica Thomas Persson Vinnersten, biólogo y experto en plagas de la empresa Anticimex, al medio Godare, las avispas necesitan proteínas —presentes en la carne y el pescado— para alimentar a sus larvas, pero también azúcares para obtener la energía necesaria para volar. Esto las hace especialmente aficionadas a embutidos, dulces, encurtidos e incluso bebidas alcohólicas.
El truco definitivo
Para evitar que estos insectos revoloteen sobre la mesa, Persson Vinnersten recomienda colocar una trampa media hora antes de sentarse a comer. El objetivo es que las avispas detecten la trampa antes que el olor de la comida y se concentren en ella.
La versión casera más común se fabrica con una botella de plástico: se corta el tercio superior, se invierte la parte del cuello hacia dentro –como si fuera un embudo– y se coloca sobre el fondo de la botella, rellenándola con un poco de bebida dulce. Una vez dentro, las avispas no podrán salir.
Sin embargo, el experto también propone un método más “amigable”: colocar un vaso de zumo o un trozo de jamón en un punto del jardín alejado de la mesa. Así, las avispas se entretendrán allí y no junto a los comensales. Eso sí, advierte que solo conviene instalar trampas si ya hay muchas avispas en la zona, para evitar atraerlas innecesariamente.