El salmón es uno de los pescados más consumidos y uno de los más recomendados por los expertos por su alto contenido en omega-3. Para cocinarlo, muchas personas optan por comprar los lomos ya cortados y limpios para preparar, aunque normalmente resulta más económico comprar una pieza entera y trocearla y limpiarla en casa. 

Esa tarea puede resultar difícil para los que no están acostumbrados, y lo normal para retirar la piel del salmón es utilizar un cuchillo que ayude a dejarlo todo limpio. 

Sin embargo, el truco de una abuela finlandesa puede hacer que no hagan falta cuchillos y que el pescado quede totalmente limpio y listo para cocinar. Según explican en el blog Herkuttelija, lo primero que hay que hacer es poner a hervir alrededor de 1,5 litros de agua en una olla. 

El siguiente paso que hay que seguir es lavar el salmón con agua fría por ambos lados y colocarlo en una tabla de cortar, colocándolo con la piel hacia arriba. Después hay que verter agua hirviendo directamente hasta cubrirlo por completo y en ese momento la piel comenzará a curvarse. 

Esto es una buena señal y signo de que se puede empezar a tirar de la piel. Para hacerlo correctamente hay que sujetar la pieza de pescado y tirar de la esquina de piel de manera cuidadosa pero firme. Si se ha hecho todo bien, la piel comenzará a desprenderse con facilidad y habitualmente sale intacta. 

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