Mercadona revela para qué sirve la almohadilla que hay en las bandejas de carne
La cadena de supermercados despeja una duda muy frecuente sobre el envase que usa para sus productos frescos y avisa de un error habitual a la hora de cocinarlos.

Quien haya comprado carne fresca envasada en bandeja (ya sea de pollo, cerdo o incluso ternera) habrá visto que, bajo las piezas, hay una almohadilla o esponja. Muchos la retiran sin más, sin prestar atención, como si fuese un simple relleno. Pero lo cierto es que tiene un papel mucho más relevante de lo que se pueda pensar. Mercadona ha explicado con claridad para qué sirve ese pequeño componente que le hace compañía a la carne: está fabricado con celulosa y se encarga de absorber todos los jugos que suelta el alimento de forma natural. Así contribuye a mantenerlo en buen estado hasta el final de su vida útil.
Gracias a este sistema, se evita que el alimento repose sobre sus propios líquidos, lo que ayuda a conservar mejor su aspecto, a reducir los malos olores y a minimizar el riesgo de deterioro. Ahora bien, conviene tener en cuenta una advertencia que la propia cadena lanza desde su página web: esa almohadilla no es comestible y debe retirarse siempre antes de cocinar. “En el caso de que se hayan cocinado junto con la carne se recomienda no consumir el producto”, señala el aviso.
Aunque se fabrique con materiales aptos para estar en contacto con alimentos, no está diseñada para resistir las altas temperaturas ni de formar parte del proceso de cocinado. Introducirla en una sartén o meterla en el horno puede alterar el alimento o, incluso, hacer que sea inadecuado para su consumo.
Qué hacer si se quiere congelar
Además de resolver esta duda sobre el envasado, Mercadona aprovecha para aclarar otra cuestión habitual: ¿se puede congelar directamente el producto en su bandeja original? La respuesta es que sí, pero con matices. Aunque el envase es apto para la conservación de alimentos, lo más recomendable es utilizar recipientes específicos, como bolsas de congelación o tápers pensados para bajas temperaturas. En cualquier caso, la empresa insiste en que el producto debe congelarse dentro de su fecha de caducidad y, una vez descongelado, consumirse en menos de 24 horas.
Estas indicaciones forman parte del canal de atención al cliente que Mercadona mantiene para resolver dudas comunes relacionadas con sus productos, los envases, las formas de pago o incluso cuestiones como el aparcamiento en sus establecimientos. La almohadilla que acompaña a los frescos, pese a su aspecto discreto, cumple una función clave. No es un adorno. Y desde luego, no conviene ignorarla.
