Detrás del hito histórico de Oques Grasses, el grupo que ha igualado las 220.000 entradas de Coldplay cantando en catalán
El grupo catalán ha batido un récord de asistencia que pone de manifiesto que el arraigo y la música local están haciendo frente a los grandes fenómenos de la industria.

Mientras el mundo entero mira a Rosalía, en su Cataluña natal otros fenómenos son capaces de batir récords históricos que poco tienen que envidiar a grandes nombres internacionales. Es el caso de Oques Grasses, el grupo catalán nacido en Roda de Ter en 2010, que en una semana ha agotado nada menos que cuatro fechas en el Estadi Olímpic Lluís Companys a un año vista, lo que suponen 220.000 entradas vendidas que igualan el récord establecido por Coldplay hace dos años.
Todo ello cantando en catalán, lo que pone de nuevo en relieve la importancia de los fenómenos locales, de raíz y que ponen sobre la mesa la reivindicación de una esencia propia y común frente a los grandes fenómenos internacionales angloparlantes o del mercado hispano y latino. Pero también, pone sobre la mesa el FOMO y el no perderse el que va a ser el "último" concierto del conjunto catalán.
En un primer momento, Oques Grasses anunciaron "el último concierto en la historia de Oques Grasses", para el 10 de octubre de 2026, con un emotivo mensaje a sus fans y adeptos. "Las cosas hermosas a veces tienen que terminar para recordarlas siempre de esta manera. Nunca olvidaremos cuando todo empezó y fuimos a giras interminables, cuando escuchamos por primera vez vuestros gritos antes de caminar sobre el escenario, vuestras voces cantando esas canciones que seguimos cantando que cambiaron nuestras vidas", señalaron.
"Tampoco olvidaremos nunca las lindas palabras que nos dedicaste, las lágrimas en los conciertos y todas las noches que nos fuimos a dormir sin poder creer lo que estaba pasando. No hay palabras suficientes para agradeceros el amor que nos habéis dado", añadieron en su comunicado, donde recalcaron que "con amor empezó y con amor termina".
A esta fecha, de la que agotaron en poco más de 20 minutos las entradas, el conjunto formado por Josep Montero, electricista de profesión, y formada por Guillem Realp, Miquel Biarnés, Arnau Altimir, Joan Borràs, Miquel Rojo y Josep Valldeneu, sumaron una segunda fecha el día 9.
Tras agotarse esta segunda fecha, hace tres días anunciaron otras dos los días 5 y 7 de octubre de 2026, que han volado en cuestión de horas. Un total de 220.000 localidades en un recinto que acostumbra a grandes estrellas internacionales como Beyoncé, Coldplay o Bad Bunny.
"Estos días han sido tremendos, trepidantes y todavía apenas lo estamos digiriendo ahora. Brindaremos tantas veces como seamos capaces. La ocasión y todos los esfuerzos realizados bien lo merecen", señalaron desde el sello del grupo, Halley Records, a la revista Time Out.
La era dorada de la música en catalán, los fenómenos locales y del FOMO
El grupo que mezcla el reggae, el ska, la música urbana y el pop ha logrado que temas como Sta Guai, In the Night o Sort de tu den la vuelta al mundo. De hecho, Aitana los subió al escenario en su gira Metamorfosis para cantar uno de los éxitos del grupo La gent que estimo, un tema que ella aparecía cantando en una de las escenas de su documental del mismo nombre.
El fenómeno de este grupo, con seis LP, se ha fraguado a fuego lento, pero con una identidad clara: la búsqueda de lo bello, el optimismo —a pesar de que lo manden "a la merda tot" en temas como Bancals— y el hedonismo en sus letras pegadizas y con ritmos bailables. Se ganaron el éxito colectivo con Fans de Sol en ese crítico 2019, que amenizó la pandemia en muchas casas de toda la península, y su último disco Fruit del Deliri (2024) ha acabado de hacer las delicias de la crítica y los oyentes.
Con este último trabajo, donde se encuentran hits como Sort de tu o Toca hizo historia siendo el mejor debut de un disco en catalán en Spotify con 30 millones de reproducciones en Spotify y alcanzó el número 3 en las listas de ventas de Promusicae, por encima entonces de nombres como Beyoncé o Shakira.
El grupo nacido en la región de Osona ha sido uno de los que ha marcado una tendencia reciente en la escena catalana y levantina desde hace más de 10 años junto a otros nombres como Txarango, Les Tyets, Figa Flawas o Roba Estesa, en Cataluña, mientras que Zoo o La Fúmiga lo han hecho en la Comunidad Valenciana.
Formaciones extensas con vientos, percusiones y, sobre todo, mucho carisma en el escenario que hacen frente a los sintetizadores y la dictadura de los beats y loops de la música urbana, aunque tampoco reniegan del uso de los mismos para los temas más electrónicos.
Para su sello, tal y como comentan en Time Out, su líder ha tenido un papel fundamental. "Josep Montero es un genio que ha tenido el talento para conseguir un código personal propio e intransferible que ha conectado con todas las generaciones. Se ha permitido el lujo de poder ser original y arriesgado y de no dejarse llevar por la superficialidad imperante en el mundo globalizado", recalcan.
La música en catalán vive un momento dulce, y no solo porque Rosalía haya conseguido con Divinize que una canción en esta lengua se coloque por primera vez en top 50 España, sino también gracias a fenómenos urbanos como Mushkaa, hermana de Bad Gyal; la propia Bad Gyal, o Julieta.
En una entrevista con Mondo Sonoro, Montero aseguró que las diferencias lingüísticas y el triunfo fuera de Cataluña del grupo tras este último trabajo, lo recibió como una novedad: "Crecer fuera es nuevo. Sobre todo que es nuevo. Las cosas nuevas molan después de doce años me ilusiona. Todo lo nuevo mola. Y si es nuevo y bueno, mejor. Que se interesen gente por ver qué explican estos tíos aunque no los entienda... Todo esto es genial".
Con esto se confirmaría una tendencia global hacia los fenómenos más locales a una riqueza lingüística cada vez mayor a la que apuntaban plataformas como Spotify. Lejos del dominio angloparlante a nivel global, el informe Loud&Clear de la plataforma de streaming presentado el pasado mes de mayo apuntaba que los artistas que generaron al menos un millón de dólares en Spotify en 2024 grabaron música en 17 idiomas diferentes, más del doble que en 2017.
Esto se suma a las grandes cifras y el momento histórico que vive la música en directo, en buena parte a ese FOMO y a ese no querer perderse el momento, más aún cuando se trata de una despedida como la de Oques Grasses.
"Los precios no paran de subir, los conciertos se agotan cada vez con más antelación y cada vez parece más difícil acceder a determinados conciertos", señalaba en un reportaje de El HuffPost, Javier Decimavilla, colaborador de la revista musical Crazyminds. La antelación de casi un año, los anuncios de despedida y el miedo a quedarse fuera hacen que las entradas vuelen cada vez antes y que los costes, debido a la creciente demanda, también sean más altos.
Un cóctel de factores que desde un sello independiente, cantando catalán y con una música que queda lejos de ser la urbana que triunfa en los tops de lo más escuchado ha hecho historia, aunque sea en su despedida de los escenarios.
