El Real Madrid, una pulla a Charli XCX y mucho pop: cinco claves del nuevo disco de Taylor Swift
‘The Life of a Showgirl’, su 12º trabajo, da un paso más allá en la discografía de la artista.
Ha vuelto a hacerlo. Taylor Swift ha regresado después de unos 10 meses de parón para coronarse, anillo en mano, como el referente pop de una generación. Este The Life of a Showgirl, que ya había batido los records antes de su lanzamiento con el número de presaves que habían realizado las swifties, da un paso más en su carrera.
Lejos de la nostalgia, los grises y la pesadez de sonidos homogéneos de The Tortured Poets Department, Swift vuelve literalmente envuelta en purpurina. Con 12 canciones, su 12° álbum supone no solo un regreso a colaborar con la dupla creativa de Max Martin y Shellack, sino que va un paso más allá y recupera, como si de un Eras Tour se tratase, los sonidos de toda su discografía.
Está la lucidez colorida de Lover en temas como en The Life of a Showgirl o la canción homónima que cierra el disco junto a Sabrina Carpenter, las reflexiones de folklore en The Eldest Daughter, los toques oscuros y electrónicos y puentes épicos de Reputation en Cancelled!, el sonido más 1989 en Actually Romantic o Wood, con sus riffs al más puro estilo Jackson 5 o la esencia de Red en Opalite.
Este disco llega con Swift en su momento más dulce y brillante a nivel profesional y personal. No es casualidad que se haya enfundado el traje de revista lleno de brilli brilli y la estética cabaretera la haya acompañado toda la promoción con este color Orange Portofino Glitter. La artista recuperó el pasado mes de mayo los derechos de sus seis primeros trabajos y este mes de agosto anunció su compromiso con el futbolista de la NFL Travis Kelce. Algo que, por supuesto, se ha reflejado en las letras.
El amor predomina en muchas de sus canciones como Wish List —donde Florentino debería tomar nota de su mención al Real Madrid tras su actuación en el Bernabéu—, pero no deja atrás la mirada afilada hacia la industria musical, el patriarcado y, sí, también lanza alguna pulla más directa a otra artista, Charli XCX.
A grandes rasgos, estas son las cinco claves de The Life of a Showgirl.
El Hollywood dorado y Hamlet se dan la mano en una reflexión de la fama
Swift ya había avanzado que este trabajo reflexionaba sobre la fama y lo que le había traído consigo el The Eras Tour, además de cifras millonarias y acabar de llevarla a la cúspide del estrellato pop mundial, ya que compuso el disco en el transcurso del tour.
Así que no es de extrañar que en prácticamente todos los tracks encontremos referencias a ello. Con los primeros acordes de The Fate of Ophelia, con un puro estilo Lana del Rey, Swift reflexiona sobre una relación en la que un amante trata de salvarla del destino de la Ofelia de Hamlet, con la que se mimetiza, evitando el drama más absoluto y una nueva decepción en su nuevo romance. Lo hace en todo un hit pop que, sin duda, ha elegido como single a sabiendas de lo pegadiza que supone.
De esta canción, con una transición casi perfecta y épica a base de violines, deja paso a Elizabeth Taylor, un tema dedicado al icono de Hollywood a la que le pregunta “¿crees que es para siempre?”. “Se siente tan glamuroso ser yo”, reflexiona en una escena que nos lleva al imaginario del Hollywood dorado. "Sé mi NY cuando Hollywood me odia", expresa la cantante, en referencia a las estancias de la actriz en la ciudad.
El estilo nostálgico de Swift y su estrellato supremo la llevan a compararse con las épocas más extraordinarias del star system, un imaginario que ya había explorado en temas como Clara Bow, de The Tortured Poets Department, y en la que muchos ven una segunda parte.
"Ellos quieren un contrato con el Real Madrid"
Wish List no la escribe con los símbolos de dólares por casualidad. En este tema, Swift repasa de nuevo las aspiraciones de la fama, de una Palma de Oro, de un "Balenci", de un Oscar a... "un contrato con el Real Madrid". Todo un guiño después de su llenazo dos noches en mayo de 2024 con su única parada en España de The Eras Tour.
Con todos estos mensajes, Swift reflexiona sobre las aspiraciones que se plantean en la industria y recalca que ella solo le quiere a "él", en una de las declaraciones de amor más directas del disco.
"Tener un par de hijos, que todo el barrio se parezca a ti. Le decimos al mundo que nos deje en paz, y lo hacen, wow. Me haces soñar con una entrada al garaje con una canasta de baloncesto", canta la artista sobre la visión de futuro que tendría con el futbolista de la NFL con el que se casará, previsiblemente, el próximo 2026.
Del patriarcado en la industria musical a la cultura de la cancelación
La cara afilada y crítica que ha mostrado en trabajos como Reputation o en temas como el que se ha convertido en todo un himno contra el patriarcado, como The Man, sale en dos canciones del disco. En primer lugar, Father Figure, donde interpola el tema homónimo de 1987 de George Michael, y realiza una retrato robot del que podría ser un mandamás de la industria musical o...¿de nuevo Donald Trump?
"Vi tu potencial, seré tu figura paterna", canta Swift en lo que podría ser la versión más estadounidense y menos cruenta y cruda de ese Merichane de Zahara. "Te mostré todos los trucos del oficio, todo lo que pido es tu lealtad mi querida protegida. Seré tu figura paterna. Bebo ese licor marrón, puedo hacer tratos con el diablo porque mi pene es más grande. Este amor es puro beneficio", continúa.
Pero la artista continúa sacando esa serpiente que protagonizó Reputation con sus críticas más mordaces a la industria, quién sabe si alguna otra figura "cancelada" en Cancelled!, el tema más oscuro del disco.
"Bienvenidos a mi inframundo, donde todo se pone bastante oscuro, al menos sabes exactamente quiénes son tus amigos, son los que tienen cicatrices iguales", reza uno de los versos. "¿Hiciste una broma que solo un hombre podría? ¿Fuiste demasiado presumido para tu propio bien?", añade en otro.
"Me llamaste una Barbie aburrida cuando la cocaína te hizo despotricar"
No hay disco de Taylor Swift sin pulla. Aunque ya no escribe a sus ex, la artista ya ha cargado contra Kanye West en Look what you made me do, contra su ex Kim Kardashian en thanK you aIMee, e incluso con cierto conflicto, ya salvado, con Katy Perry por Bad Blood. En este, todo apunta a que hay un mensaje a Charli XCX.
Todo indica que la británica le habría dedicado unas palabras en Brat, concretamente en Sympathy is a knife, declarando que había una artista que la hacía sentir insegura. Esto provocó las críticas de las swifties, incluso en sus conciertos, aunque Charli XCX salió rápidamente a desmentir.
Ahora, todo apunta a que Swift le manda un recado en Actually Romantic, un tema que empieza con una guitarra eléctrica que recuerda a Weezer y donde comienza diciendo "Te oí llamarme 'Barbie aburrida' cuando la cocaína te hizo valiente". Una referencia a la artista, que ha sido criticada por hacer apología del consumo de drogas al lanzar un vinilo lleno de polvo blanco.
"Chocaste los cinco con mi ex y luego dijiste que te alegraba que me hubiera ignorado. Me escribió una canción diciendo que te enferma ver mi cara". Esto podría ser un mensaje a la relación de Charli XCX con Matty Healy, ex de Swift y miembro de The 1975, de la que es miembro su marido George Daniel.
La artista repasa los momentos vividos juntas, ya que Charli XCX fue telonera de Swift en la gira de Reputation y mantenían una relación estrecha. "Ningún hombre me ha amado como tú, no había pensado en ti en mucho tiempo, pero sigues enviándome tarjetas de San Valentín divertidas", reza la canción de Swift que, casualmente con su título Actually Romantic podría ser un guiño en su título al Everything is romantic de la británica.
Sabrina Carpenter como relevo a la próxima generación del pop
El tema que cierra el disco y le da nombre, junto a Sabrina Carpenter, deja claro que tiene pretensiones para ser cantado a dúo en estadios pero que falla al mostrar dos voces demasiado empastadas entre ambas.
La canción, como buena parte del disco, aborda la fama y el mundo del espectáculo como una carrera de fondo donde el glamour se mezcla con el sacrificio desde una ficticia, Kitty.
Como si ambas compartieran un show de revista, las dos se despiden con un cómplice "estoy casada con el ajetreo y ahora conozco la vida de una corista, nena".