Los expertos dictan sentencia: esta fue la peor derrota española contra Marruecos nacida de la imprudencia
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Los expertos dictan sentencia: esta fue la peor derrota española contra Marruecos nacida de la imprudencia

Se cobró la vida de más de 7.000 soldados.

Los expertos dictan sentencia: esta fue la peor derrota española contra Marruecos nacida de la imprudencia

Se cobró la vida de más de 7.000 soldados.

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Se cobró la vida de más de 7.000 soldados.

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Se cobró la vida de más de 7.000 soldados.

Los expertos dictan sentencia: esta fue la peor derrota española contra Marruecos nacida de la imprudencia

Se cobró la vida de más de 7.000 soldados.

Fotografías históricas antiguas de la Armada y el Ejército: Ejército de TierraGetty Images

Hace más de un siglo, en julio de 1921, las tropas españolas sufrieron una de las derrotas más devastadoras de su historia. Fue en la batalla de Annual, en el Rif marroquí. Este episodio, que se cobró la vida de más de 7.000 soldados, fue el resultado de un imprudente avance militar y una cadena de errores estratégicos de las fuerzas españolas.

La expansión colonial de España en Marruecos había comenzado en 1909 con la guerra de Melilla, impulsada por la defensa de intereses mineros en la región. Sin embargo, desde sus inicios, la aventura colonial en el norte de África encontró resistencia tanto en las tribus locales como en la población española.

Se llegaron a hacer coplas como: “Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero donde van los españoles a morir como corderos”. Estas letras reflejaban el escaso apoyo popular a la intervención en Marruecos.

El desastre de Annual

El conflicto colonial, plagado de tensiones y fracasos, alcanzó su punto más crítico en 1921 con el desastre de Annual. El comandante general de Melilla, el general Manuel Fernández Silvestre, avanzó imprudentemente sobre territorio rifeño, pese a las advertencias de cautela de otros altos mandos.

 Animado por la presión del rey Alfonso XIII y su deseo de acelerar la conquista de la región, Silvestre decidió ocupar posiciones como el monte Abarrán, a pesar de su difícil defensa y la falta de recursos en la zona. El terreno montañoso del Rif, sumado a la resistencia feroz de las tribus locales lideradas por Abd el-Krim, hizo que la ocupación española resultara insostenible.

La toma de Abarrán fue un error estratégico, ya que se encontraba en una zona aislada, sin fácil acceso a suministros o refuerzos, y mal fortificada. En cuestión de horas, los rifeños derrotaron a las fuerzas españolas, lo que marcó el inicio de la catástrofe de Annual.

Una cadena de errores

La derrota de Abarrán fue solo el primer acto de un desastre mayor. A lo largo de los meses de junio y julio, las fuerzas rifeñas lanzaron una serie de ataques sobre las posiciones españolas, aprovechando la desorganización y la falta de refuerzos. 

Los soldados españoles, mal equipados y sin apoyo adecuado, fueron aniquilados en el barranco de Annual, en lo que se convertiría en una de las mayores tragedias militares de la historia de España.

El desastre de Annual fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes y de la subestimación del enemigo rifeño. La derrota no solo tuvo un impacto devastador en la moral del ejército español, sino que también marcó el inicio de una crisis política en España.

Hace más de un siglo, en julio de 1921, las tropas españolas sufrieron una de las derrotas más devastadoras de su historia. Fue en la batalla de Annual, en el Rif marroquí. Este episodio, que se cobró la vida de más de 7.000 soldados, fue el resultado de un imprudente avance militar y una cadena de errores estratégicos de las fuerzas españolas.

La expansión colonial de España en Marruecos había comenzado en 1909 con la guerra de Melilla, impulsada por la defensa de intereses mineros en la región. Sin embargo, desde sus inicios, la aventura colonial en el norte de África encontró resistencia tanto en las tribus locales como en la población española.

Se llegaron a hacer coplas como: “Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero donde van los españoles a morir como corderos”. Estas letras reflejaban el escaso apoyo popular a la intervención en Marruecos.

El desastre de Annual

El conflicto colonial, plagado de tensiones y fracasos, alcanzó su punto más crítico en 1921 con el desastre de Annual. El comandante general de Melilla, el general Manuel Fernández Silvestre, avanzó imprudentemente sobre territorio rifeño, pese a las advertencias de cautela de otros altos mandos.

 Animado por la presión del rey Alfonso XIII y su deseo de acelerar la conquista de la región, Silvestre decidió ocupar posiciones como el monte Abarrán, a pesar de su difícil defensa y la falta de recursos en la zona. El terreno montañoso del Rif, sumado a la resistencia feroz de las tribus locales lideradas por Abd el-Krim, hizo que la ocupación española resultara insostenible.

La toma de Abarrán fue un error estratégico, ya que se encontraba en una zona aislada, sin fácil acceso a suministros o refuerzos, y mal fortificada. En cuestión de horas, los rifeños derrotaron a las fuerzas españolas, lo que marcó el inicio de la catástrofe de Annual.

Una cadena de errores

La derrota de Abarrán fue solo el primer acto de un desastre mayor. A lo largo de los meses de junio y julio, las fuerzas rifeñas lanzaron una serie de ataques sobre las posiciones españolas, aprovechando la desorganización y la falta de refuerzos. 

Los soldados españoles, mal equipados y sin apoyo adecuado, fueron aniquilados en el barranco de Annual, en lo que se convertiría en una de las mayores tragedias militares de la historia de España.

El desastre de Annual fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes y de la subestimación del enemigo rifeño. La derrota no solo tuvo un impacto devastador en la moral del ejército español, sino que también marcó el inicio de una crisis política en España.

Hace más de un siglo, en julio de 1921, las tropas españolas sufrieron una de las derrotas más devastadoras de su historia. Fue en la batalla de Annual, en el Rif marroquí. Este episodio, que se cobró la vida de más de 7.000 soldados, fue el resultado de un imprudente avance militar y una cadena de errores estratégicos de las fuerzas españolas.

La expansión colonial de España en Marruecos había comenzado en 1909 con la guerra de Melilla, impulsada por la defensa de intereses mineros en la región. Sin embargo, desde sus inicios, la aventura colonial en el norte de África encontró resistencia tanto en las tribus locales como en la población española.

Se llegaron a hacer coplas como: “Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero donde van los españoles a morir como corderos”. Estas letras reflejaban el escaso apoyo popular a la intervención en Marruecos.

El desastre de Annual

El conflicto colonial, plagado de tensiones y fracasos, alcanzó su punto más crítico en 1921 con el desastre de Annual. El comandante general de Melilla, el general Manuel Fernández Silvestre, avanzó imprudentemente sobre territorio rifeño, pese a las advertencias de cautela de otros altos mandos.

 Animado por la presión del rey Alfonso XIII y su deseo de acelerar la conquista de la región, Silvestre decidió ocupar posiciones como el monte Abarrán, a pesar de su difícil defensa y la falta de recursos en la zona. El terreno montañoso del Rif, sumado a la resistencia feroz de las tribus locales lideradas por Abd el-Krim, hizo que la ocupación española resultara insostenible.

La toma de Abarrán fue un error estratégico, ya que se encontraba en una zona aislada, sin fácil acceso a suministros o refuerzos, y mal fortificada. En cuestión de horas, los rifeños derrotaron a las fuerzas españolas, lo que marcó el inicio de la catástrofe de Annual.

Una cadena de errores

La derrota de Abarrán fue solo el primer acto de un desastre mayor. A lo largo de los meses de junio y julio, las fuerzas rifeñas lanzaron una serie de ataques sobre las posiciones españolas, aprovechando la desorganización y la falta de refuerzos. 

Los soldados españoles, mal equipados y sin apoyo adecuado, fueron aniquilados en el barranco de Annual, en lo que se convertiría en una de las mayores tragedias militares de la historia de España.

El desastre de Annual fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes y de la subestimación del enemigo rifeño. La derrota no solo tuvo un impacto devastador en la moral del ejército español, sino que también marcó el inicio de una crisis política en España.

Hace más de un siglo, en julio de 1921, las tropas españolas sufrieron una de las derrotas más devastadoras de su historia. Fue en la batalla de Annual, en el Rif marroquí. Este episodio, que se cobró la vida de más de 7.000 soldados, fue el resultado de un imprudente avance militar y una cadena de errores estratégicos de las fuerzas españolas.

La expansión colonial de España en Marruecos había comenzado en 1909 con la guerra de Melilla, impulsada por la defensa de intereses mineros en la región. Sin embargo, desde sus inicios, la aventura colonial en el norte de África encontró resistencia tanto en las tribus locales como en la población española.

Se llegaron a hacer coplas como: “Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero donde van los españoles a morir como corderos”. Estas letras reflejaban el escaso apoyo popular a la intervención en Marruecos.

El desastre de Annual

El conflicto colonial, plagado de tensiones y fracasos, alcanzó su punto más crítico en 1921 con el desastre de Annual. El comandante general de Melilla, el general Manuel Fernández Silvestre, avanzó imprudentemente sobre territorio rifeño, pese a las advertencias de cautela de otros altos mandos.

 Animado por la presión del rey Alfonso XIII y su deseo de acelerar la conquista de la región, Silvestre decidió ocupar posiciones como el monte Abarrán, a pesar de su difícil defensa y la falta de recursos en la zona. El terreno montañoso del Rif, sumado a la resistencia feroz de las tribus locales lideradas por Abd el-Krim, hizo que la ocupación española resultara insostenible.

La toma de Abarrán fue un error estratégico, ya que se encontraba en una zona aislada, sin fácil acceso a suministros o refuerzos, y mal fortificada. En cuestión de horas, los rifeños derrotaron a las fuerzas españolas, lo que marcó el inicio de la catástrofe de Annual.

Una cadena de errores

La derrota de Abarrán fue solo el primer acto de un desastre mayor. A lo largo de los meses de junio y julio, las fuerzas rifeñas lanzaron una serie de ataques sobre las posiciones españolas, aprovechando la desorganización y la falta de refuerzos. 

Los soldados españoles, mal equipados y sin apoyo adecuado, fueron aniquilados en el barranco de Annual, en lo que se convertiría en una de las mayores tragedias militares de la historia de España.

El desastre de Annual fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes y de la subestimación del enemigo rifeño. La derrota no solo tuvo un impacto devastador en la moral del ejército español, sino que también marcó el inicio de una crisis política en España.

Hace más de un siglo, en julio de 1921, las tropas españolas sufrieron una de las derrotas más devastadoras de su historia. Fue en la batalla de Annual, en el Rif marroquí. Este episodio, que se cobró la vida de más de 7.000 soldados, fue el resultado de un imprudente avance militar y una cadena de errores estratégicos de las fuerzas españolas.

La expansión colonial de España en Marruecos había comenzado en 1909 con la guerra de Melilla, impulsada por la defensa de intereses mineros en la región. Sin embargo, desde sus inicios, la aventura colonial en el norte de África encontró resistencia tanto en las tribus locales como en la población española.

Se llegaron a hacer coplas como: “Melilla ya no es Melilla, Melilla es un matadero donde van los españoles a morir como corderos”. Estas letras reflejaban el escaso apoyo popular a la intervención en Marruecos.

El desastre de Annual

El conflicto colonial, plagado de tensiones y fracasos, alcanzó su punto más crítico en 1921 con el desastre de Annual. El comandante general de Melilla, el general Manuel Fernández Silvestre, avanzó imprudentemente sobre territorio rifeño, pese a las advertencias de cautela de otros altos mandos.

 Animado por la presión del rey Alfonso XIII y su deseo de acelerar la conquista de la región, Silvestre decidió ocupar posiciones como el monte Abarrán, a pesar de su difícil defensa y la falta de recursos en la zona. El terreno montañoso del Rif, sumado a la resistencia feroz de las tribus locales lideradas por Abd el-Krim, hizo que la ocupación española resultara insostenible.

La toma de Abarrán fue un error estratégico, ya que se encontraba en una zona aislada, sin fácil acceso a suministros o refuerzos, y mal fortificada. En cuestión de horas, los rifeños derrotaron a las fuerzas españolas, lo que marcó el inicio de la catástrofe de Annual.

Una cadena de errores

La derrota de Abarrán fue solo el primer acto de un desastre mayor. A lo largo de los meses de junio y julio, las fuerzas rifeñas lanzaron una serie de ataques sobre las posiciones españolas, aprovechando la desorganización y la falta de refuerzos. 

Los soldados españoles, mal equipados y sin apoyo adecuado, fueron aniquilados en el barranco de Annual, en lo que se convertiría en una de las mayores tragedias militares de la historia de España.

El desastre de Annual fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes y de la subestimación del enemigo rifeño. La derrota no solo tuvo un impacto devastador en la moral del ejército español, sino que también marcó el inicio de una crisis política en España.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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