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Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Es un homenaje a la Reconquista en el siglo XIII.

Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Es un homenaje a la Reconquista en el siglo XIII.

Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Es un homenaje a la Reconquista en el siglo XIII.

Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Es un homenaje a la Reconquista en el siglo XIII.

Pocos se han fijado en que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de estas dos ciudades (y no son andaluzas)

Es un homenaje a la Reconquista en el siglo XIII.

Sevilla, Torre del Oro.Getty Images

A simple vista, la Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, un símbolo ligado a la historia de la ciudad y su río Guadalquivir. Sin embargo, lo que pocos saben es que este emblemático edificio no solo pertenece al patrimonio sevillano, sino que también aparece en los escudos oficiales de dos ciudades españolas que, a primera vista, no tienen relación alguna con la capital andaluza.

Este curioso detalle tiene su origen en una hazaña militar que cambió el curso de la Reconquista en el siglo XIII. Fue un episodio decisivo en el que una flota de valientes marinos, enviada por el rey Fernando III de Castilla, logró derribar la enorme cadena que protegía el acceso fluvial a Sevilla, algo que parecía imposible. De esta forma se facilitó la toma de la ciudad. 

Esta hazaña dejó una huella imborrable en la historia de España y, como homenaje, las ciudades protagonistas decidieron incluir la Torre del Oro en sus escudos. Los protagonistas de esta historia son Cantabria y su capital, Santander, cuyos emblemas todavía recuerdan la valentía de los marinos que ayudaron a conquistar Sevilla en 1248.

Los escudos

En la parte superior del escudo de Cantabria, aparece una torre dorada, representando la Torre del Oro, junto a un barco rompiendo la cadena que impidió la entrada a Sevilla. Es un claro reconocimiento al papel que desempeñaron los marinos cántabros en la conquista de la ciudad andaluza.

Por otro lado, en el escudo de Santander la Torre del Oro es aún más evidente, con un diseño prácticamente idéntico al original. También se muestra uno de los barcos cántabros en plena acción, rompiendo la cadena con la que los musulmanes protegían Sevilla.

Además, este símbolo no solo aparece en los escudos de Cantabria y Santander. Municipios cántabros como Laredo o Comillas también lo incluyen en sus emblemas, lo que demuestra la importancia de este hecho histórico en la identidad de la región.

Un vínculo histórico que sigue vivo

La presencia de la Torre del Oro en estos escudos no es un simple adorno, sino un reconocimiento a la conexión histórica entre Cantabria y Sevilla. Más de siete siglos después, el legado de aquellos marinos que cambiaron el rumbo de la Reconquista sigue presente. 

A simple vista, la Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, un símbolo ligado a la historia de la ciudad y su río Guadalquivir. Sin embargo, lo que pocos saben es que este emblemático edificio no solo pertenece al patrimonio sevillano, sino que también aparece en los escudos oficiales de dos ciudades españolas que, a primera vista, no tienen relación alguna con la capital andaluza.

Este curioso detalle tiene su origen en una hazaña militar que cambió el curso de la Reconquista en el siglo XIII. Fue un episodio decisivo en el que una flota de valientes marinos, enviada por el rey Fernando III de Castilla, logró derribar la enorme cadena que protegía el acceso fluvial a Sevilla, algo que parecía imposible. De esta forma se facilitó la toma de la ciudad. 

Esta hazaña dejó una huella imborrable en la historia de España y, como homenaje, las ciudades protagonistas decidieron incluir la Torre del Oro en sus escudos. Los protagonistas de esta historia son Cantabria y su capital, Santander, cuyos emblemas todavía recuerdan la valentía de los marinos que ayudaron a conquistar Sevilla en 1248.

Los escudos

En la parte superior del escudo de Cantabria, aparece una torre dorada, representando la Torre del Oro, junto a un barco rompiendo la cadena que impidió la entrada a Sevilla. Es un claro reconocimiento al papel que desempeñaron los marinos cántabros en la conquista de la ciudad andaluza.

Por otro lado, en el escudo de Santander la Torre del Oro es aún más evidente, con un diseño prácticamente idéntico al original. También se muestra uno de los barcos cántabros en plena acción, rompiendo la cadena con la que los musulmanes protegían Sevilla.

Además, este símbolo no solo aparece en los escudos de Cantabria y Santander. Municipios cántabros como Laredo o Comillas también lo incluyen en sus emblemas, lo que demuestra la importancia de este hecho histórico en la identidad de la región.

Un vínculo histórico que sigue vivo

La presencia de la Torre del Oro en estos escudos no es un simple adorno, sino un reconocimiento a la conexión histórica entre Cantabria y Sevilla. Más de siete siglos después, el legado de aquellos marinos que cambiaron el rumbo de la Reconquista sigue presente. 

A simple vista, la Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, un símbolo ligado a la historia de la ciudad y su río Guadalquivir. Sin embargo, lo que pocos saben es que este emblemático edificio no solo pertenece al patrimonio sevillano, sino que también aparece en los escudos oficiales de dos ciudades españolas que, a primera vista, no tienen relación alguna con la capital andaluza.

Este curioso detalle tiene su origen en una hazaña militar que cambió el curso de la Reconquista en el siglo XIII. Fue un episodio decisivo en el que una flota de valientes marinos, enviada por el rey Fernando III de Castilla, logró derribar la enorme cadena que protegía el acceso fluvial a Sevilla, algo que parecía imposible. De esta forma se facilitó la toma de la ciudad. 

Esta hazaña dejó una huella imborrable en la historia de España y, como homenaje, las ciudades protagonistas decidieron incluir la Torre del Oro en sus escudos. Los protagonistas de esta historia son Cantabria y su capital, Santander, cuyos emblemas todavía recuerdan la valentía de los marinos que ayudaron a conquistar Sevilla en 1248.

Los escudos

En la parte superior del escudo de Cantabria, aparece una torre dorada, representando la Torre del Oro, junto a un barco rompiendo la cadena que impidió la entrada a Sevilla. Es un claro reconocimiento al papel que desempeñaron los marinos cántabros en la conquista de la ciudad andaluza.

Por otro lado, en el escudo de Santander la Torre del Oro es aún más evidente, con un diseño prácticamente idéntico al original. También se muestra uno de los barcos cántabros en plena acción, rompiendo la cadena con la que los musulmanes protegían Sevilla.

Además, este símbolo no solo aparece en los escudos de Cantabria y Santander. Municipios cántabros como Laredo o Comillas también lo incluyen en sus emblemas, lo que demuestra la importancia de este hecho histórico en la identidad de la región.

Un vínculo histórico que sigue vivo

La presencia de la Torre del Oro en estos escudos no es un simple adorno, sino un reconocimiento a la conexión histórica entre Cantabria y Sevilla. Más de siete siglos después, el legado de aquellos marinos que cambiaron el rumbo de la Reconquista sigue presente. 

A simple vista, la Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, un símbolo ligado a la historia de la ciudad y su río Guadalquivir. Sin embargo, lo que pocos saben es que este emblemático edificio no solo pertenece al patrimonio sevillano, sino que también aparece en los escudos oficiales de dos ciudades españolas que, a primera vista, no tienen relación alguna con la capital andaluza.

Este curioso detalle tiene su origen en una hazaña militar que cambió el curso de la Reconquista en el siglo XIII. Fue un episodio decisivo en el que una flota de valientes marinos, enviada por el rey Fernando III de Castilla, logró derribar la enorme cadena que protegía el acceso fluvial a Sevilla, algo que parecía imposible. De esta forma se facilitó la toma de la ciudad. 

Esta hazaña dejó una huella imborrable en la historia de España y, como homenaje, las ciudades protagonistas decidieron incluir la Torre del Oro en sus escudos. Los protagonistas de esta historia son Cantabria y su capital, Santander, cuyos emblemas todavía recuerdan la valentía de los marinos que ayudaron a conquistar Sevilla en 1248.

Los escudos

En la parte superior del escudo de Cantabria, aparece una torre dorada, representando la Torre del Oro, junto a un barco rompiendo la cadena que impidió la entrada a Sevilla. Es un claro reconocimiento al papel que desempeñaron los marinos cántabros en la conquista de la ciudad andaluza.

Por otro lado, en el escudo de Santander la Torre del Oro es aún más evidente, con un diseño prácticamente idéntico al original. También se muestra uno de los barcos cántabros en plena acción, rompiendo la cadena con la que los musulmanes protegían Sevilla.

Además, este símbolo no solo aparece en los escudos de Cantabria y Santander. Municipios cántabros como Laredo o Comillas también lo incluyen en sus emblemas, lo que demuestra la importancia de este hecho histórico en la identidad de la región.

Un vínculo histórico que sigue vivo

La presencia de la Torre del Oro en estos escudos no es un simple adorno, sino un reconocimiento a la conexión histórica entre Cantabria y Sevilla. Más de siete siglos después, el legado de aquellos marinos que cambiaron el rumbo de la Reconquista sigue presente. 

A simple vista, la Torre del Oro es uno de los monumentos más representativos de Sevilla, un símbolo ligado a la historia de la ciudad y su río Guadalquivir. Sin embargo, lo que pocos saben es que este emblemático edificio no solo pertenece al patrimonio sevillano, sino que también aparece en los escudos oficiales de dos ciudades españolas que, a primera vista, no tienen relación alguna con la capital andaluza.

Este curioso detalle tiene su origen en una hazaña militar que cambió el curso de la Reconquista en el siglo XIII. Fue un episodio decisivo en el que una flota de valientes marinos, enviada por el rey Fernando III de Castilla, logró derribar la enorme cadena que protegía el acceso fluvial a Sevilla, algo que parecía imposible. De esta forma se facilitó la toma de la ciudad. 

Esta hazaña dejó una huella imborrable en la historia de España y, como homenaje, las ciudades protagonistas decidieron incluir la Torre del Oro en sus escudos. Los protagonistas de esta historia son Cantabria y su capital, Santander, cuyos emblemas todavía recuerdan la valentía de los marinos que ayudaron a conquistar Sevilla en 1248.

Los escudos

En la parte superior del escudo de Cantabria, aparece una torre dorada, representando la Torre del Oro, junto a un barco rompiendo la cadena que impidió la entrada a Sevilla. Es un claro reconocimiento al papel que desempeñaron los marinos cántabros en la conquista de la ciudad andaluza.

Por otro lado, en el escudo de Santander la Torre del Oro es aún más evidente, con un diseño prácticamente idéntico al original. También se muestra uno de los barcos cántabros en plena acción, rompiendo la cadena con la que los musulmanes protegían Sevilla.

Además, este símbolo no solo aparece en los escudos de Cantabria y Santander. Municipios cántabros como Laredo o Comillas también lo incluyen en sus emblemas, lo que demuestra la importancia de este hecho histórico en la identidad de la región.

Un vínculo histórico que sigue vivo

La presencia de la Torre del Oro en estos escudos no es un simple adorno, sino un reconocimiento a la conexión histórica entre Cantabria y Sevilla. Más de siete siglos después, el legado de aquellos marinos que cambiaron el rumbo de la Reconquista sigue presente. 

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

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Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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