Este miércoles, a los 98 años, ha fallecido Mariano Ozores. Director con casi 100 películas en su filmografía, de familia de artistas, fue galardonado en 2016 con el Goya de Honor. El máximo reconocimiento del cine español se lo entregaron sus sobrinas, las actrices Adriana y Emma Ozores, en el Madrid Marriott Auditorium Hotel, que se deshizo en aplausos durante minuto y medio a su llegada al escenario. 

Tratando de disimular la emoción, la primera en tomar la palabra fue Adriana. "Querido tío Mariano", comenzó el discurso, que tuvo que interrumpir un momento por el entusiasmo del momento. Le agradeció haberle enseñado "lo que es el respeto, la lealtad y mucho, mucho cariño por esta profesión". 

"Me estoy poniendo un poquito pelota, pero es verdad", dijo la hija de José Luis Ozores, tras definirlo como "el mejor hijo, el mejor hermano", además del "mejor marido, padre, abuelo". "Y estoy segura que el mejor bisabuelo", añadió. 

Fue precisamente el Goya que tanto ella como su prima Emma le entregaron el único que logró en toda su trayectoria, en la que trabajó con referentes de la cultura española como Concha Velasco, Lina Morgan, su hermano Antonio, Carmen Sevilla y Paco Martínez Soria, entre otros muchos. "Han tenido que pasar unos cuantos años para recibir este reconocimiento", consideró Adriana. En cualquier caso, precisó que "todo es cíclico" y agradeció el reconocimiento a su tío Mariano. 

La siguiente en tomar la palabra fue la otra sobrina del protagonista de la noche, Emma Ozores. Relató cómo reaccionó su tío al conocer que serían ellas dos las encargadas de entregarle el premio: "Lo primero que dijo fue '¡ah, claro, las hijas de mis hermanos!' y esto me pareció muy tierno, muy tierno".

Emma decidió ponerse en la piel de su padre, Antonio, para dedicarle unas palabras a Mariano. "Y sería algo así", apuntó, antes de comenzar su discurso. "Mariano, has conseguido todo en tu vida: una familia maravillosa, el cariño del público, éxito y, además, ahora el reconocimiento de la Academia", apuntó la actriz. 

Ya, en calidad de sobrina, quiso declararle en púbico su orgullo por la familia de la que procedía y que Mariano siguiera siendo su "mástil" y "ejemplo a seguir". "Una vez me dijeron que la sonrisa y el pasarlo bien hace que se potencien nuestros mejores sentimientos", añadió, antes de agradecer a su tío que su trabajo lograra hacer al resto, siguiendo con la teoría, mejores personas. 

Una vez concluyó su discurso, el patriarca de los Ozores se subió al escenario. Mientras recogía el galardón, el pabellón se puso en pie y le dedicó una ovación de minuto y medio. Una vez se calmó, tomó él la palabra. Sus agradecimientos, además de a la Academia y a su entonces presidente, Antonio Resines, fue para los actores y actrices con los que trabajó en sus 96 películas. Sin ellos, "todo eso no habría sido posible", sentenció.

Se acordó de "actores y amigos" como Fernando Rey, Alfredo Landa, Paco Martínez Soria, Pilar Bardem, su "querida Concha Velasco", Lina Morgan, Pajares y Esteso, entre otros. "Y por supuesto, mis hermanos, José Luis y Antonio y muchos más que me dejo en el tintero, pero que llevo en el corazón", apostilló. 

"Hay un ente misterioso y extraño al que debo todo lo que soy y todo lo que he conseguido", aseguró hacia el final de su discurso, que no lo quiso dar por concluido hasta que apuntó que su Goya también pertenecía al público. "Al respetable público", sentenció. 

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