Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Gabriel Loidi y Chen Manchun: un intercambio musical a través de culturas y tiempos
  • EL HUFFPOST PARA PEOPLE'S DAILY ONLINE

Gabriel Loidi y Chen Manchun: un intercambio musical a través de culturas y tiempos

El compositor, pianista y profesor de Música de Cámara en la Escuela Superior de Música del País Vasco y la pianista y profesora del Conservatorio Central de Música de Pekín cuentan su especial historia de amor con el arte y la cultura.

Gabriel Loidi y Chen Manchun.
Gabriel Loidi y Chen Manchun.Patrick Shead-Simmonds

Madrid, la capital de España, es una ciudad con un rico patrimonio musical. Es aquí donde conocemos a Gabriel Loidi, compositor, pianista y profesor de Música de Cámara en la Escuela Superior de Música del País Vasco. Junto a él, Chen Manchun, pianista y profesora del Conservatorio Central de Música de Pekín.

Su amistad comenzó en 1998, cuando Loidi conoció a Chen, quien había llegado a Madrid con una beca para estudiar piano durante un año con él. Rememora vívidamente su primera impresión al verla Chen: "Pensé que no era una estudiante. Ya es una pianista profesional".

Chen también recuerda con claridad su primer encuentro. Preocupada por la barrera del idioma, trajo consigo a España un pequeño traductor. Pero al final de su primera clase, se dio cuenta de que compartían un idioma: la música. "Aunque yo no hablaba español y hablaba muy poco inglés, nos entendíamos a través de la música", reflexiona.

A lo largo de ese año, trabajaron en estrecha colaboración. "Como dos amigos, trabajamos las piezas y le hablé de aspectos que me parecieron relevantes", dice Loidi. En ese momento, él estaba trabajando en la última sonata en si bemol de Schubert y solía pedirle a ella su opinión. Para ella, esta pieza se convirtió en un pilar fundamental de su carrera musical, tanto técnica como intelectualmente. La compara con su viejo amigo, con quien vive desde hace 27 años.

Para Loidi, la música es un lenguaje universal que trasciende las palabras y expresa los aspectos más profundos de la experiencia humana. La música es subjetiva, limitada y profundamente verdadera, afirma. Enseñar música es "tratar de conectar con la persona que está detrás del instrumento y cultivar su sensibilidad hacia la música. Cada persona es única y, en el caso de Chen, era muy consciente de que entendía la música con el corazón", comparte Loidi.

La filosofía docente de Loidi influyó profundamente en Chen. En primer lugar, valora el respeto mutuo entre profesor y alumno, lo que, en su opinión, fue clave para su profunda relación. "No existen malos profesores ni malos alumnos; se trata de compatibilidad", explica. "Es como una llave y una cerradura. Ambos pueden ser buenos, pero si no encajan, la puerta no se abrirá". También enfatiza la importancia de reconocer y cultivar los talentos individuales de cada alumno, una lección que aprendió de él y que ahora transmite a sus propios alumnos.

"En un mundo materialista lleno de distracciones, la música clásica nos da espacio para la quietud y la introspección. Su significado reside en los detalles, en cada nota, en cada acorde. Exige plena atención e inmersión"

Para el profesor, la música trata valores intrínsecos, como la verdad, la belleza y la empatía, más que de preocupaciones instrumentales. "Las motivaciones equivocadas pueden conducir a una profunda frustración", advierte. Cree que la educación musical no es solo dominio técnico, sino desarrollar la capacidad de percibir y sentir.

Chen coincide con esta opinión: "En un mundo materialista lleno de distracciones, la música clásica nos da espacio para la quietud y la introspección. Su significado reside en los detalles, en cada nota, en cada acorde. Exige plena atención e inmersión". Ahora está componiendo un concierto para piano dedicado a su maestra, Edith Vogel, quien nació en Viena en 1912 y le enseñó la técnica del legato, además de inculcarle un profundo respeto por la tradición musical. "Vogel creía que la esencia de la educación musical reside en transmitirla", reafirma Loidi que espera que, una vez terminado el concierto, Chen lo interprete en China. Ella espera con ilusión la oportunidad y la considera una colaboración significativa, que reflejará el espíritu musical de Loidi y su compromiso compartido con la música.

La historia de Loidi y Chen no solo es un poderoso testimonio de la conexión intercultural a través de la música entre China y España, sino también en todo el mundo. Como dice él: "Con la música, no se necesitan palabras. Trabajar con alguien de otro país o de otra cultura se vuelve muy fácil. No hay límites a lo que los músicos pueden crear juntos".