Soy el único hombre en mi empresa que se ha tomado una excedencia por paternidad y me miran raro
Es una experiencia increíble y un privilegio.
En España, el permiso por paternidad para ambos progenitores se extiende a lo largo de 16 semanas, siendo las seis primeras obligatorias e intransferibles cuando nace el bebé.
El hecho de que el niño aún no haya cumplido su primera año vida y los padres, agotado este permiso retribuido, tengan que volver a sus respectivos puestos de trabajo, supone que en muchas ocasiones la madre se plantee prolongar la crianza de su hijo y se pida una excedencia en el trabajo.
En pocos casos es el padre el que afronta este momento vital con un parón laboral que podría lastrar su carrera profesional y por eso aún nos parecen raros los ejemplos que deciden hacerlo.
Y aunque cada vez son más los que se acogen a una excedencia por paternidad, aún hay quien ve rara esa decisión, como lo cuenta Nelson Guerra en el medio francés Les Echos.
"Ya me había perdido demasiados momentos con mi hijo mayor, atrapado en la espiral del trabajo. Esta vez no quería revivir esos remordimientos. Mi pareja y yo nos tomamos el tiempo para discutir la organización. Mi trabajo por turnos y sus planes de iniciar su propio negocio complicaron demasiado las cosas. Esta baja por maternidad o paternidad parecía una oportunidad para toda la familia", explica Nelson, de 42 años, sobre su decisión tras el nacimiento de cuarto hijo.
Una oportunidad personal que pusieron en duda en su entorno profesional: "Mi gerente vio principalmente el impacto de mi partida en la organización, y el departamento de RRHH parecía perplejo porque ningún hombre, especialmente en mi nivel jerárquico, había tomado jamás esa licencia".
A pesar de que cree que es una experiencia increíble y un privilegio ver crecer a su hija y estar más presente para sus otros tres hijos, reconoce que también atravesó momentos de duda. "Al encontrarme entre cuatro paredes, sin salario, con la sensación de ser inútil, mi orgullo sufrió un duro golpe".
