El rey Juan Carlos dedica un sorprendente halago a la reina Letizia y deja claro que no tiene ni idea de lo que pasa en la familia real británica
El emérito recuerda en su libro 'Reconciliación' cómo vivió el funeral de la reina Isabel II y ha dejado comentarios que llaman la atención.

El rey Juan Carlos piensa en la muerte, algo lógico teniendo en cuenta su edad. Además, en su caso está muy preocupado por si le pilla en Abu Dabi, donde vive exiliado desde 2020, y no en España, donde le gustaría acabar sus días. Unido a eso se encuentra su funeral, un asunto complicado del que ha hablado en dos ocasiones con Laurence Debray, la escritora que le ha ayudado con sus memorias.
En Mi rey caído, Juan Carlos de Borbón confesó que el funeral del duque de Edimburgo le había parecido "magnífico, conmovedor y elegante". La escritora le indicó que en España también se organizaron buenos funerales, lo que provocó que Juan Carlos I recordara que el entierro de su padre era muy bonito, pero "ahora me toca pensar en el mío".

Y en el suyo ha seguido pensando, como ha expresado a Laurence Debray, pero esta vez en sus memorias. "Cuando llegue mi hora, llegará. Entonces podrán hacer lo que quieran conmigo. ¿Seré el siguiente? ¿Hay algún plan para mi funeral? No lo sé. Sé que la bóveda de los reyes en El Escorial está llena. Hay espacio para construir otra. ¿Qué decidirá el gobierno? Todo está en sus manos", señala en Reconciliación, recordando así que algo habrá que hacer al respecto.
Pero además de funerales futuros, los pasados. Juan Carlos I rememora en su biografía el de Isabel II, un fastuoso último adiós celebrado el 19 de septiembre de 2022 en la Abadía de Westminster que contó con la presencia de los reyes Felipe y Letizia y de los reyes Juan Carlos y Sofía, que se sentaron juntos en el área destinada a la realeza europea.

Curiosamente aquí el emérito tiene buenas palabras para su nuera, a la que no deja muy bien en otros pasajes de Reconciliación. En el libro, reconoce que Letizia "fue muy amable y atenta, ayudándome a levantarme siempre que lo necesité durante la ceremonia". Parece que pese a su mala o al menos complicada relación, la reina está dispuesta a echarle una mano si lo necesita. Lo mismo Felipe VI, que en otro funeral, el realizado en memoria de Constantino de Grecia en Windsor, puso su brazo para que su padre se agarrara y pudiera caminar mejor.
Una familia que de unida no tiene nada
Pero Juan Carlos I cuenta en su biografía otra anécdota del funeral de su prima Isabel II que demuestra estar poco y mal informado sobre la familia real británica. El emérito revela que al ver a los Windsor en la misa exclamó a Felipe VI: "Mira qué unida está la familia real británica", a lo que añade en el libro que "ellos también tienen su cuota de escándalos y problemas muy mediáticos pero aun así logran proyectar una imagen de unidad y dignidad".

Con estas palabras, el rey Juan Carlos demuestra estar alejado de la realidad porque si hay una familia real desunida es precisamente la británica. Otras también tienen lo suyo, empezando por la española, pero la dinastía Windsor es probablemente la que más conflictos tiene y además son más públicos.
No hay que irse muy lejos en el tiempo para acordarse de lo de Harry y Meghan, que abandonaron la casa real británica en 2020 con numerosas tensiones y que no dudaron en airear sus miserias en su entrevista con Oprah Winfrey, en su docuserie en Netflix o en En la sombra, la biografía del príncipe Harry. Vamos que no dejaron títere con cabeza.

Guillermo y Harry no se hablan, Kate Middleton y Meghan Markle tuvieron lo suyo, Carlos III gritó a sus hijos que no convirtieran los últimos años de su vida en una miseria ante las discusiones que tenían entre ellos. Y eso por no hablar del expríncipe Andrés, amparado siempre por su madre, tolerado por su hermano Carlos, con el que tuvo sus más y sus menos, y despreciado por su sobrino Guillermo. De hecho, Andrew Mountbatten-Windsor ha terminado cayendo en desgracia, así que unidad en esta parte de la familia tampoco puede haber.
Es verdad que es una familia grande y parece haber armonía entre otros hermanos, tíos, primos y sobrinos, pero desde luego no son un ejemplo de familia unida. Juan Carlos I no tuvo mucho ojo al poner un ejemplo a su hijo de dinastía cohesionada.
