No es la peor de las desgracias, pero un fregadero obstruido puede causarnos serios inconvenientes en casa. Lo que está claro es que no es algo que suceda de repente: los restos de comida, la grasa, los residuos que deja el detergente, los posos de café... se van acumulando en la tuberías hasta taparlas por completo. Es entonces cuando el flujo de agua es imposible y el fregadero desprende mal olor.

Para desatascarlo son muchos los que recurren a la famosa pareja bicarbonato de sodio y vinagre, aunque su eficacia no siempre es suficiente. El portal polaco dom.wprost.pl recomienda otro truco que parece ser mucho más efectivo:  líquido lavavajillas normal y agua caliente.

Este es el paso a paso:

1. Precalentar las tuberías. Si el desagüe está completamente bloqueado hay que verter agua hirviendo para ablandar la grasa y facilitar el acceso del detergente.

2. El detergente. Ahora es cuando hay que verter entre 200 y 300 ml de líquido lavavajillas directamente en el desagüe.

3. Tiempo de acción. Esperar al menos 15 minutos.

4. Enjuague final. Llega la hora de retirar el jabon utilizando de nuevo agua hirviendo que empezará a fluir libremente.