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Ni un día ni una semana: este es el tiempo que se mantiene fresca la sandía en el frigorífico

Ni un día ni una semana: este es el tiempo que se mantiene fresca la sandía en el frigorífico

Aunque muchas personas creen que puede mantenerse fresca durante una semana o más, lo cierto es que su vida útil es mucho más corta de lo que se piensa.

Una sandía en una neveraGetty Images/iStockphoto

Las frutas como el melón, las cerezas, las nectarinas o la sandía son las protagonistas del verano. Sin embargo, mantenerlas sin que se echen a perder a veces resulta bastante complejo, por lo que conocer cómo guardarlas puede ayudar a que aguanten frescas durante más tiempo.

La sandía es una de las frutas más consumidas durante el verano por su sabor dulce, su textura refrescante y su alto contenido de agua. Sin embargo, una vez cortada, su conservación se vuelve delicada. Aunque muchas personas creen que puede mantenerse fresca durante una semana o más, lo cierto es que su vida útil en refrigeración es mucho más corta de lo que se piensa.

En condiciones buenas, los trozos de sandía pueden conservarse entre 3 y 5 días en la nevera. Este es el período ideal para disfrutar de su sabor y textura sin que pierda calidad. Pasado ese tiempo, la fruta comienza a deteriorarse: se vuelve blanda, acuosa y puede desarrollar olores fermentados, lo que indica que ya no es segura para su consumo.

Para conservarla correctamente, es importante actuar rápido. Una vez cortada, la sandía debe guardarse inmediatamente en un recipiente hermético o envuelta cuidadosamente en film transparente. La clave está en protegerla del aire y la humedad, que aceleran su descomposición. Además, debe colocarse en la parte más fría de la nevera, preferiblemente entre los 0 y 4 grados.

Cuando se compra una sandía entera, puede mantenerse a temperatura ambiente durante dos o tres semanas, siempre que esté en un lugar fresco y alejado de la luz directa. No obstante, una vez abierta, la prioridad debe ser refrigerarla de inmediato para evitar la proliferación de bacterias. Cortar solo la cantidad necesaria y guardar el resto sin pelar también ayuda a prolongar su frescura.

Si se tiene más sandía de la que se puede consumir en cinco días, congelarla es una alternativa válida. Aunque al descongelarse pierde su textura crujiente, los cubos de sandía congelada son excelentes para preparar batidos, sorbetes o bebidas heladas. Para ello, basta con cortarla en trozos pequeños, colocarlos en una bolsa con cierre hermético y almacenarlos en el congelador. De esta forma puede conservarse entre 6 y 8 meses.

A la hora de comprar, es recomendable elegir frutas enteras con una mancha amarilla en la cáscara, señal de madurez, y evitar aquellas con zonas blandas o magulladuras. También es fundamental lavar bien la superficie de la sandía antes de cortarla, ya que la suciedad externa puede contaminar la pulpa a través del cuchillo.

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