El problema del colesterol alto de muchos empiezan con el delicioso alimento que se toma en el desayuno
Un gesto muy 'español' que hay que hacer con moderación.

Quién no le hincaría el diente a un buen trozo de pan en el desayuno, en la comida o en la cena. Pues este gesto, en muchos casos un placer en sí mismo, tiene su parte negativa. Especialmente si en vez de un pan tostado por nosotros optamos por los habituales biscotes ya tostados.
Porque, apunta la sección de salud de 20 Minutos, un pan tostado en casa posee un menor índice glucémico en relación al 'industrial', que presenta una reducción de agua para provocar un tostado más integral.
Esto supone que sus nutrientes estén más concentrados y, por ende, tenga más 'peso' calórico o glucémico porque posee más azúcares y grasa que un pan convencional y tostado en tu propio tostador.
Por supuesto, aclara la publicación, no se trata de un producto negativo. Lo que sí se recomienda es consumirlo con moderación y revisando bien su etiquetado y sus nutrientes para conocer qué comemos exactamente.
Así, Jamie Gnau, instructora clínica de Ciencias Biomédicas en la Universidad Estatal de Missouri (EEUU) asegura en Business Insider, que el pan más saludable es el pan integral, igual que los que contengan harinas poco refinadas.
Se trata, aclara la especialista, de unos panes ricos en nutrientes clave, tales como fibra, proteínas, vitaminas, como las del tipo B, y minerales, como el potasio o el magnesio.