Un estudio a 88.000 pacientes deja claro que la hora más común a la que se acuestan los españoles aumenta el riesgo de ictus
La investigación ha sido publicada en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología.
Muchos españoles están habituados a dormirse a horas tardías, más allá de la medianoche. Sin embargo, la de trasnochar es una costumbre que la ciencia ha demostrado en reiteradas ocasiones que es perjudicial para la salud.
En ese sentido, un estudio publicado en European Heart Journal, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, asegura que la hora a la que una persona se duerme influye en el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular (especialmente un ictus).
En la investigación han participado 88.000 personas con una edad media de 61 años (un 58% de ellas mujeres) que no contaban con antecedentes de cardiopatía, insomnio o apnea del sueño.
Para monitorizar las horas de sueño, los investigadores han hecho uso de un sensor que llevaban en la muñeca los individuos que han formado parte del estudio. A través de ese dispositivo, se han registrado las horas a las que cada persona se dormía y se despertaba durante un periodo de 7 días.
Tras ello, los científicos han estudiado la relación entre la hora a la que cada individuo se dormía y la incidencia de enfermedades cardiovasculares. En total, se han contabilizado más de 3.000 enfermedades cardiovasculares (ictus, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, etc.) entre los participantes en la investigación en los seis años posteriores a la recogida de los datos.
“Son buenas si se hacen bien y en su justa medida".
Dormir más allá de la medianoche aumenta el riesgo de sufrir un ictus
La conclusión a la que han llegado a los investigadores es que el riesgo de ictus es un 25% mayor si se duerme después de la medianoche, un 12% mayor si se duerme entre las 23:00 y las 23:59, y un 24% mayor si se duerme antes de las 22:00.
Además, los científicos han destacado que el incremento del riesgo cardiovascular es mayor en las mujeres, posiblemente debido a la forma en la que el sistema endocrino reacciona a una alteración del ritmo circadiano.
Por el contrario, las personas que tienen una probabilidad menor de sufrir un ictus son las que se duermen entre las 22:00 y las 22:59.
El Dr. David Plans, perteneciente a la Universidad de Exeter (Reino Unido) y principal autor del estudio, ha explicado que "el momento óptimo para conciliar el sueño parece ser un punto específico del ciclo de 24 horas del cuerpo, y cualquier desviación de este puede ser perjudicial para la salud. El momento más arriesgado es después de la medianoche, posiblemente porque puede reducir la probabilidad de ver la luz de la mañana, que reajusta el reloj corporal".
