Por qué desayunar en el hotel no suele ser una muy buena idea
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Por qué desayunar en el hotel no suele ser una muy buena idea

El gran placer del bufé en entredicho.

Bufé de desayuno de un hotel.EXPO studio™ - Milan Videnović

El bufé del hotel es el sueño de muchos. Levantarse, ducharse y sentarse ante una mesa rodeado de platos salados, bollos, zumos, café, frutas... es uno de los grandes placeres.

Peeeero... No todo es tan bonito y muchos expertos coinciden en que recrearse en ellos puede suponer un riesgo importante de, además de un empacho, intoxicación alimentaria. 

Para evitarlo, es importante tomar precauciones, especialmente con estos alimentos:

1. Los que no se mantienen a temperatura adecuada.

Quesos, leche, yogures, zumos de frutas frescas y frutas cortadas deben conservarse frescos para que no desarrollen bacterias dañinas para el organismo. 

Así que si no están en cámara o vitrina frigorífica, mejor no lo cojas.

2. Los que se cogen sin utilizar cubiertos

Por delante de todas esas cosas ricas que exhiben los bufés pasa mucha gente con más o menos higiene. Un consejo: no coloques en tu bandeja ningún alimento que se pueda coger con la mano, como frutas, pasteles o bollos, pues alguien ha podido dejar sus bacterias en esa bandeja antes.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy responsable de LIFE, esa sección en la que nos empeñamos en mostrar la cara amable de la actualidad, el lado hedonista de la vida, aunque no nos tapamos los ojos ante otras realidades.

 

Sobre qué temas escribo

Como responsable de la sección trabajo mano a mano y coordino a redactores que saben mucho de música, moda, tendencias de consumo, cine, crónica social...


A mí me gusta escribir sobre salud, consumo, medioambiente y bienestar. Pero sobre todo, me gusta entrevistar a referentes culturales y sociales. Escritores, científicos, actores, periodistas... que tienen cosas que contar y mucho que aportar. O a lo mejor, no tienen nada que contar y poco que aportar, pero eso también es interesante.

 

Mi trayectoria

Soy periodista por vocación y devoción. Quise ser Julia Otero y hasta hubo un tiempo en el que aparecí en una lista de mujeres periodistas jóvenes más influyentes.

 

He hecho radio -en la desaparecida Radio España porque soy generación X- y dirigí la revista Turismo Rural, en la editorial América Ibérica. Después fui redactora de Lifestyle en la Revista de Ana Rosa, redactora jefa de la revista Love y, además, he colaborado con muchos medios, entre ellos SModa y la revista decana de medioambiente Quercus.

 

Además, he presentado galas y libros, y he moderado mesas redondas.
Hace diez años que trabajo en El HuffPost donde entré para editar contenidos branded -y lo sigo haciendo-.

 


 

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