Se van evaporando las posibilidades de llegar a los 100 años: un estudio afirma que hemos superado el punto máximo de la longevidad
El análisis, que abarca a 23 países, revela que la tasa de aumento de la esperanza de vida se ha reducido a la mitad, alcanzando solo 2-3 meses adicionales por cada año de nacimiento

La humanidad podría haber alcanzado su techo en cuanto a longevidad. Un estudio internacional liderado por el demógrafo José Andrade, del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica, sugiere que la esperanza de vida ya no está creciendo al ritmo vertiginoso que experimentó durante gran parte del siglo XX.
Entre 1900 y 1938, la esperanza de vida en países industrializados aumentó de manera espectacular, avanzando seis meses por cada año. Este rápido progreso permitió a las generaciones anteriores soñar con llegar a los 100 años. Sin embargo, los últimos datos muestran que ese crecimiento se ha desacelerado drásticamente, y las generaciones nacidas después de 1939 probablemente no alcancen la marca de los 100 años de media.
El análisis, que abarca a 23 países, revela que la tasa de aumento de la esperanza de vida se ha reducido a la mitad, alcanzando solo 2-3 meses adicionales por cada año de nacimiento. Esto significa que, por ejemplo, las personas nacidas en 1980 no alcanzarán el siglo de vida en promedio, y las generaciones más recientes tampoco lo lograrán.
Este frenazo en la longevidad se debe, en gran parte, a que las primeras mejoras en la salud pública —como la reducción de la mortalidad infantil, el acceso a antibióticos y las mejores condiciones de vida— ya han dado sus frutos, tal y como recogen en ilsole24ore.
Aunque aún podrían surgir innovaciones médicas que ayuden a ralentizar el envejecimiento, los investigadores aseguran que es muy improbable que se repita el incremento de esperanza de vida alcanzado en la primera mitad del siglo XX. Además, si se cumplen las previsiones de longevidad más bajas, tanto gobiernos como ciudadanos deberán adaptar sus políticas y planes de ahorro a una vida útil más corta.
Finalmente, otro estudio, publicado en Nature, advierte que los niños nacidos en 2020 serán más vulnerables que sus predecesores a fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones. Además, sugiere que el calentamiento global afectará profundamente la salud, la economía y la estabilidad social de las futuras generaciones.
