Siente un fuerte dolor de estómago en sus vacaciones y al mirar el baño apenas podía creer lo que tenía enfrente
Le cambió la vida a ella y a su familia.
Un viaje de ensueño a Canadá terminó convirtiéndose en la experiencia más impactante de la vida de una familia británica. Helen Green, de 45 años y residente en Bristol, viajó junto a su marido Michael y su hija de seis años, Darcy, para disfrutar de unas vacaciones en Toronto.
Sin embargo, pocas horas después de acostarse, Helen comenzó a sentir un fuerte dolor de estómago que la llevó directamente al baño. Lo que ocurrió allí superó cualquier sospecha, no eran ni gases ni intoxicación alimentaria. Tras dos fuertes pujos, Helen dio a luz a una bebé en el inodoro, sin haber sabido en ningún momento que estaba embarazada.
Su marido Michael confesó al New York Post que en aquel momento, ”estaba tan aturdido que apenas podíamos entender qué estaba pasando”. “No sabíamos si el bebé estaba bien o si había llegado a término. Ni siquiera comprobamos si era niño o niña; nos lo dijo un paramédico”, contó.
Una sorpresa en medio de la noche
Ni ella ni su marido habían notado síntomas de embarazo en los últimos meses. De hecho, Helen afirma que tuvo su periodo con normalidad y que en sus dos embarazos anteriores había desarrollado una barriga muy visible. Nada de eso ocurrió esta vez.
El medio TV2 publicó que al ser trasladados al Hospital Mount Sinai, los médicos confirmaron que se trataba de un embarazo críptico, una condición rara en la que la mujer no es consciente de que está embarazada hasta el parto o las últimas semanas de gestación.
¿Qué es un embarazo críptico?
Según Medical News, este fenómeno puede darse por varios motivos. Uno de ellos es la ausencia de síntomas típicos o sangrados que se confunden con la menstruación o un crecimiento abdominal mínimo. En algunos casos, la mujer solo descubre su embarazo en el momento del nacimiento.
Helen asegura que esta vez fue completamente distinto a lo que había vivido con sus hijos anteriores. “Asumir que tienes un bebé es difícil, pero es otra cosa cuando no sabes que estás embarazada”, explicó.
Olivia, la nueva integrante de la familia
La pequeña, a la que llamaron Olivia, nació sana y rápidamente se convirtió en el centro de la vida familiar. El único inconveniente llegó con el regreso a Inglaterra, ya que la recién nacida no tenía documentos, lo que retrasó más de un mes el viaje de vuelta.
La familia, que llegó a Canadá el 21 de mayo, no pudo regresar a casa hasta el 25 de junio, tras gastar unos 12.000 dólares extra (unos 11.000 euros) en gastos imprevistos, aunque confían en que el seguro de viaje cubra parte de la factura.