Sorpresa entre los científicos por el eslabón perdido entre el aceite de oliva y la diabetes
Y no solo el virgen extra.
Los beneficios del aceite de oliva virgen extra son muy numerosos. Es rico en antioxidantes, por lo que combate el daño celular y además mejora la absorción de vitaminas liposolubles como la D, A, E y K.
Más allá de esto, una reciente investigación lo ha relacionado con los niveles de insulina en el cuerpo y, más allá de esto, con la diabetes tipo 2. Un nuevo estudio, Impact of Olive Oil Components on the Expression of Genes Related to Type 2 Diabetes Mellitus, realizado por investigadores de universidades de Rumanía y Jerusalén, ha descubierto lo que hasta ahora era un "eslabón perdido" en la investigación en la relación que tiene el aceite de oliva ayuda para regular ciertos genes que desempeñan un papel en el metabolismo y la función de la insulina.
La investigación, de la que se ha hecho eco el medio especialista en aceite Olimerca, establece que el ácido oleico, un tipo de grasa saludable presente en el aceite de oliva no solo en el extra, fomenta que la insulina funcione mejor mejorando las células que absorben la glucosa de la sangre.
Además, ya se había demostrado anteriormente que los polifenoles presentes en el aceite de oliva aunque más altos en el AOVE, como el hidroxitirosol y la oleuropeína, ayudan a reducir la inflamación, fundamental en la resistencia a la insulina.
De esta forma, el aceite de oliva activa ciertos genes que descomponen las grasas de forma eficiente, evitando la acumulación de grasa que puede interferir en la función insulina.