Un reciente ganador de Eurovisión devuelve a la UER su trofeo: "Haz lo que predicas"
Nemo se une a la corriente de críticas al festival por permitir la participación de Israel en la próxima edición del concurso.

El cantante suizo Nemo, ganador del festival de Eurovisión 2024, ha anunciado este jueves que devolverá el trofeo que le acredita como vencedor de dicho certamen - el preciado micrófono de cristal - después de que los organizadores del festival hayan favorecido la participación de Israel en el concurso que tendrá lugar el próximo año en Viena (Austria).
En una publicación en su cuenta oficial de Instagram, el intérprete de la canción The Code asegura que ya no siente que dicho trofeo le pertenezca. "Eurovisión dice que fomenta la unión, la inclusión y la dignidad para todos. Todos esos valores fueron significativos e importantes para mí. Pero la participación de Israel muestra un claro conflicto entre esos ideales y la decisión adoptado por la UER (ente organizador del certamen)", se expresa.
Nemo cree que, en estos dos últimos años, el festival ha sido usado para "limpiar la imagen de un país acusado de graves delitos", mientras la UER insiste en que es un concurso "apolítico". "Por eso he decidido devolver mi trofeo a la sede de la UER en Ginebra. Con gratitud y con un mensaje muy claro: Haz lo que predicas".
El artista termina diciendo en su carta abierta: "Si los valores que celebramos sobre el escenario no existen fuera de él, incluso las canciones más hermosas pierden su significado. Seguiré esperando a que las palabras y las acciones (de la UER) se alineen. Hasta entonces, el trofeo es vuestro".
Cinco países se han retirado del concurso
Nemo es el primer ganador de Eurovisión que decide devolver su trofeo, aunque otros de los vencedores del concurso como el irlandés Johnny Logan (ganador en 1980 y 1987), la danesa Emmelie de Forest (2013) y el portugués Salvador Sobral (2017) también se han mostrado abiertamente en contra de la decisión de la UER de seguir permitiendo la participación de Israel en el festival.
En este mismo sentido, cinco televisiones públicas (las de España, Irlanda, Eslovenia, Países Bajos e Islandia) han anunciado que no participarán en la edición de 2026. Lo que ha provocado una crisis sin precedentes en los 70 años de vida del festival.
Carta del director de Eurovisión
El director de Eurovisión, Martin Green, ha publicado también este jueves una carta dirigida a los fans del concurso donde dice respetar la decisión adoptada por este grupo de televisiones. "Continuaremos trabajando con ellos como amigos y colegas, con la esperanza de que regresen al concurso pronto", ha manifestado.
Pero Green, que reduce a "acontecimientos" todo lo ocurrido en Gaza los dos últimos años, vuelve a defender el carácter apolítico del festival. "Eurovisión ha sobrevivido y prosperado a pesar de guerras, convulsiones políticas y fronteras cambiantes. A través de todo, ha permanecido como un lugar donde personas de todos los rincones de Europa, y ahora del mundo, pueden reunirse para celebrar la creatividad y la conexión, a pesar del mundo que nos rodea y, en cierto modo, gracias a él", ha indicado. Evitando asumir así, según sus propias palabras, "una posición definida sobre eventos geopolíticos".
Una postura que, sin embargo, dista mucho de la tomada por la propia UER en 2022 cuando decidió apartar a Rusia de Eurovisión apenas unos días después de que iniciara su invasión en territorio ucraniano.
