Keith, americano de California, se mudó a un pueblo de Italia: "No quería estar cerca de un McDonald’s o Starbucks"
Con playas que se describen como las “Maldivas de Italia”.
Cansado del paisaje urbano salpicado por cadenas internacionales, el californiano Keith Richardson ha convertido en realidad lo que para muchos es un sueño: mudarse a un pueblo italiano y comprar una vivienda histórica por una décima parte del precio de lo que costaría una vivienda similar en el sur de California. Su condición no era estética ni económica, simplemente quería que su nueva vida no estuviera cerca de un McDonald’s o un Starbucks.
Con ayuda de una asesora inmobiliaria de confianza, Keith se fijó en Nardò como destino ideal para cambiar de aires. Esta localidad italiana mayormente rural se sitúa en la zona de Salento, en la región de Apulia, y ofrece acceso a playas de aguas transparentes que a menudo se describen como las “Maldivas de Italia”. Esa mezcla de costas espectaculares, pueblos con patrimonio barroco y un ritmo de vida más pausado fue parte decisiva para que Richardson eligiera esta zona para empezar de cero.
“Ella sugirió incluir Nardò porque le dije que no quería estar cerca de un McDonald’s o Starbucks”, explica Keith a CNN. Después de varias ofertas, el californiano se quedó con un apartamento de 62 metros cuadrados, con dos dormitorios y dos baños, que formaba parte de las antiguas dependencias del Palazzo Tafuri en el centro histórico. “La casa estaba en venta por 138.000 euros, pero negocié y pagué 100.000 euros”, cuenta orgulloso.
“La dolce vita”
Tras dejar su puesto en un distrito escolar del área de Los Ángeles en 2015, Richardson empezó a pasar temporadas en Italia. Entre viajes y visitas de exploración, terminó por enamorarse del “estilo de vida italiano” y de la honestidad directa de la gente del lugar. “Apulia es sin duda el lugar ideal para vivir e invertir si buscas el estilo de vida costero de la dolce vita”, afirma explicando que también se sintió atraído por el menor costo de vida comparado con EE. UU.
La vida en Nardò, dice, le recuerda a la California de los años 60: huertos, plazas donde la gente se encuentra a tomar un café y comercios con productos frescos. Le atrae especialmente la plaza principal, la Piazza Salandra, y el entorno de iglesias y palacios que rodean su vivienda, elementos que definen el carácter del casco antiguo y su belleza barroca. A su vez, le encanta atractivo no turístico de la localidad y la ausencia de cadenas de comida rápida estadounidenses.
Aunque Richardson ya viaja con frecuencia entre Italia y Estados Unidos, su plan es solicitar una visa de residencia electiva para pasar más meses en Apulia sin renunciar del todo a sus lazos familiares en Estados Unidos. Mientras consigue la documentación completa, subraya que adaptarse al ritmo local ha sido parte del aprendizaje cultural, como el hecho de que las tiendas cierren a mediodía o que haya horarios menos rígidos.