Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Los primeros turistas occidentales llegan a Corea del Norte y se sorprenden con lo que vieron: "Tienen humor"

Los primeros turistas occidentales llegan a Corea del Norte y se sorprenden con lo que vieron: "Tienen humor"

Un acceso limitado, una realidad controlada y una experiencia llena de contrastes

Un grupo de norcoreanos celebran en un parque el día nacional de Corea del Norte.
Un grupo de norcoreanos celebran en un parque el día nacional de Corea del Norte.Yannis Kontos

Corea del Norte, uno de los países más herméticos y controlados del mundo, ha vuelto a recibir a turistas occidentales después de cinco años de cierre total como consecuencia de la pandemia. Sin embargo, la sorpresa para muchos de estos viajeros no ha sido solo la estricta vigilancia a la que están sometidos, sino también descubrir que los norcoreanos "tienen sentido del humor" y opiniones propias, lo que no cuadra con la imagen robótica que se suele tener de ellos.

El responsable de Young Pioneer Tours, Rowan Beard, una de las dos agencias de viajes occidentales que han retomado los viajes turísticos a Corea del Norte, lo ha explicado a la BBC: "Los norcoreanos no son robots. Tienen opiniones, metas y sentido del humor. Animamos a los turistas a escucharlos y entenderlos", recoge el portal griego Evima.

El pasado jueves, un grupo de turistas de Reino Unido, Francia, Alemania y Australia cruzó la frontera desde China hacia la región de Rason, en el norte de Corea del Norte, para una estancia de cuatro días. Entre esos viajeros se encontraba el youtuber Mike O’Kennedy, un joven británico de 28 años al que le impactó el nivel de control que hay en el país. Los turistas no podían moverse sin escolta, ni siquiera para ir al baño. "Siempre hay que pedir permiso para todo", ha señalado Mike, quien a pesar de las limitaciones, consiguió captar con una cámara de fotos, momentos de la vida cotidiana norcoreana.  "La gente trabajaba sin parar, nadie parecía disfrutar. Era un poco triste de ver", apunta. "Es como estar en una excursión del colegio", comentaba uno de los organizadores del viaje, Ben Weston.

El turismo en Corea del Norte, bajo lupa

Soldados de Corea del Norte marchan ante los retratos gigantes de Kim Il Sung y Kim Jong Il colgados en una de las plazas de Pyonyang.
  Soldados de Corea del Norte marchan ante los retratos gigantes de Kim Il Sung y Kim Jong Il colgados en una de las plazas de Pyonyang.Eric Lafforgue

Corea del Norte ha apostado porque la reapertura de fronteras para el regreso del turista de Occidente empiece por la región de Rason, que ha convertido en su "zona de pruebas" para ir ampliando las regiones del país que pueden visitar los turistas hasta la reactivación del turismo en la capital, Pyongyang, fuera del circuito disponible ahora mismo. También lo hace para ser capaces de controlar todo los movimientos de los grupos turísticos que han vuelto al país después de la pandemia del Covid-19.

"Era el único lugar donde no nos esperaban", señalaba uno de los viajeros que pertenece a este grupo internacional de turistas, después de salir de un mercado en el que se podían comprar productos falsificados como vaqueros, perfumes o bolsos de Louis Vuitton que, probablemente, han importado de China. Sin embargo, nadie ha podido retratar la curiosa postal con un cámara de fotos, al prohibirles a los turistas tomar fotos que pueden revelar o trasladar la imagen de que existe esta "burbuja de consumismo" en Corea del Norte.

A pesar del control, cuenta el portal griego de noticias, algunos los guías norcoreanos han demostrado conocer la actualidad internacional. Han hablado sobre la guerra en Ucrania, los aranceles de Donald Trump e incluso sobre la participación de soldados norcoreanos en el conflicto. Sin embargo, cuando les muestran una imagen de Siria, no supieron decir qué había ocurrido con Bashar al Asad. “Intenté explicarle que, cuando la gente no quiere a su líder, a veces se levanta contra él. Al principio no me creía”, relata un turista, quizá sin saber que en Corea del Norte las conversaciones sobre política pueden ser peligrosas. Cualquier comentario comprometido pone en riesgo tanto al visitante como al guía local.

Mientras algunos ven en estos viajes turísticos una forma de conocer la realidad de Corea del Norte en primera persona, otros advierten de que este tipo de programas solo ayuda a reforzar la propaganda y a financiar el aparato del régimen. La subdirectora de Citizens Alliance for North Korean Human Rights, una organización no gubernamental con sede en Corea del Sur, Joanna Hosaniak, asegura que el dinero de los turistas va a parar a las manos del gobierno norcoreano para pagar el ejército de Kim Jong-Un, sin que mejore la vida de la población. Esa desconexión entre la propaganda oficial y la realidad ha quedado reflejada en una de las escenas más impactantes del recorrido: en la visita a una escuela, una niña le confesó a O’Kennedy su deseo de viajar a Reino Unido. “No tuve valor para decirle que sus posibilidades eran prácticamente nulas”, ha admitido el youtuber.